Cuando comenzaron a desmontar el pequeño campanil del tejado de la colegiata de Santa María, surgió la alarma en algunas personas, ante la posible desaparición de este elemento patrimonial, al que, recientemente, habíamos dedicado un artículo.
Afortunadamente,
según nos han informado fuentes autorizadas, el campanil volverá a su lugar,
una vez que se haya procedido a su restauración, dado que se encuentra muy
deteriorado.
Nos alegramos
de ello, dado que su interés radica, tanto en su significado, ya que era el que
convocaba a la misa capitular, como el que sonaba a “folías”, en los entierros
de niños, como por el hecho de ser la única campana que aún podía tocarse a
mano, por lo que podemos incluirla en esa declaración de Patrimonio Mundial de
la UNESCO y, aprovechar las obras para dotarla de todo lo necesario (se
conservan los mecanismos) para que vuelva a sonar… a mano.


No hay comentarios:
Publicar un comentario