D. Juan María de Ojeda Castellot nos ha facilitado el recordatorio de D. José María Otegui Chueca, “muerto gloriosamente por Dios y por España en la cárcel de Duque de Sesto en Madrid, el día 29 de noviembre de 1937”. en el que se hace constar a su “desconsolada esposa” Dª. María Teresa Cárdenas y a sus hijos José María y María Teresa, dato interesante, como luego veremos.
Fundador de la Adoración Nocturna en
nuestra ciudad, fue Secretario de la misma y tenía la categoría de Adorador
Veterano. En la iglesia de Santa María se conserva un pergamino con las fotos
de los cuatro miembros de la Adoración Nocturna que murieron en combate o
fueron asesinados durante la guerra civil.
Su condición de
Adorador y las circunstancias de su muerte, tras ser torturado, hicieron que
fuera considerado un mártir por sus creencias, pero las investigaciones
llevadas a cabo por nosotros alejan por completo esa posibilidad, dado que
encontramos en el Boletín Oficial del Estado una Orden del Consejo
Supremo de Justicia Militar, de 22 de febrero de 1944, por la que se declara
con derecho a pensión a las viudas y huérfanos de las personas que se
relacionaban, entre las cuales estaba Dª. María Teresa Cárdenas Lejalde, viuda
de D. José María Otegui Chueca, a la que se fijaba una pensión anual de 3.500
pesetas, que correspondía a su asimilación al grado de sargento.
En la relación se menciona
expresamente su condición de agente del S.I.P.M. (Servicio de Información y
Policía Militar), el Servicio de Inteligencia de la España bajo control de las
autoridades de Burgos. Con anterioridad a noviembre de 1937, el SIPM era
conocido como SIM (Servicio de Información Militar), uno de los varios que
existieron y que terminaron reunificándose después. Estos servicios contaban
con las informaciones facilitadas por los agentes que actuaban en la zona
republicana y José María Otegui fue uno de ellos.
Por ese motivo, D. José María
Otegui no puede ser considerado “mártir”, pues no gozan de esa condición los
combatientes y él lo era, aunque como agente secreto, cosa que probablemente
ignoraban sus compañeros de la Adoración Nocturna de Borja.
Cuando se creó el Rosario de
Cristal en 1928, el cuarto misterio glorioso fue donado por D. José María
Otegui Cárdenas y lleva el emblema de la Adoración Nocturna. A la vista de la
información que facilitamos, el donante de este misterio, era el hijo de D.
José María Otegui Chueca y de su esposa la citada Dª. María Teresa Cárdenas.

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