El pasado mes de abril llamamos la atención sobre una pintada aparecida en los muros de la colegiata de Santa María de Borja que, por cierto, no ha sido borrada. Ahora, debemos dejar constancia de nuevos ataques vandálicos.
Con ocasión de las pasadas Jornadas Mundiales de la Juventud apareció en el pórtico del templo una de temática anti-religiosa de la que, sorprendentemente, sólo se eliminó una parte de la misma.
Durante las fiestas, recientemente celebradas, este monumento que es Bien de Interés Cultural y, por lo tanto, sometido a la máxima protección ha vuelto a ser objeto de varias agresiones. En el zócalo de piedra del ábside, en la plaza de Santa María, se ha realizado una pintada con spray negro.
Por otra parte, el zócalo del pórtico ha sido embadurnado de spray plata, de las mismas características que el utilizado para pintar uno de los soportes que mantienen la cadena instalada en el pequeño espacio ajardinado contiguo.
También ha sido objeto de un ataque similar el muro de sillares almohadillados situado frente al pórtico aunque, en este caso, las propietarias del edificio se han apresurado, con gran esfuerzo, a borrar la soez expresión utilizada.
La reiteración de estos hechos obliga a redoblar la vigilancia y, sobre todo, a arbitrar el procedimiento para que sus autores sean condenados. Queremos recordar que un hecho similar realizado en la iglesia parroquial de Magallón, hace algún tiempo, fue objeto de una contundente sanción, a pesar de que dicho monumento no goza de la misma protección que nuestra colegiata. Mientras tanto, se debería proceder, con celeridad, a la limpieza de los muros, así como de otros existentes en el casco urbano que constituyen un lamentable testimonio del incívico proceder de algunas personas.
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