domingo, 3 de diciembre de 2017

Castaños en Aragón



Ahora que el puesto del  castañero ha vuelto a hacer su aparición en el Campo del Toro como preludio de la Navidad, nuestro ilustre colaborador D. Juan Manuel Serrano Lacaba nos ha enviado una interesante información sobre los escasos ejemplares de castaños aragoneses, entre los que destacan los de nuestra zona.

Pues, aunque en España, el castaño forma bosques, en estado silvestre, en Galicia y Asturias especialmente,  lugares en los que se aprovecha por la calidad de su madera y como parte de una agricultura de subsistencia, hasta el punto de constituir un elemento de su cultura, en Aragón no ocurre lo mismo.





Porque en nuestra comunidad autónoma solamente se conoce un pequeño castañar de repoblación en Luesma y lo que es más importante, en el Moncayo,  en las centrales de Morana y Morca, y junto a la Casa Forestal y en el Sanatorio de Agramonte donde se plantaron hace muchas décadas, y ahora son ejemplares de porte majestuoso, que han generado otros asilvestrados en sus proximidades.




         El interés radica en la circunstancia de que estos lugares son donde mejor se han adaptado en Aragón, por lo que a juicio de Juan Manuel Serrano sería interesante estudiar esta cuestión que, hasta el momento, no ha merecido la atención debida.
Hay que recordar que el castaño común (Castanea Sativa), diferente al Castaño de Indias, necesita un clima templado y húmedo, con unos 1.000 litros de lluvia por m2, y un suelo rico en sílice (arenisca, cuarcita, granito), condiciones que en Aragón sólo encuentra en el Moncayo, en zonas frescas y umbrías entre los 900 y 1.200 metros de altura. Más alto ya no crece. Es identificable por sus grandes hojas aserradas, de hasta 30 cm de longitud. Una prueba de que encuentra las condiciones adecuadas es el que se  está asilvestrando, enriqueciendo aún más la riquísima flora del Moncayo. Curiosamente,  la acequia de Morana que nace cerca de la central también se conoce como el nombre de acequia de los Castaños hasta Alcalá de Moncayo, desde donde se desvía hacia Ambel. 

Por todo ello, Juan Manuel Serrano opina que se podría intentar cultivarlo en el entorno de las zonas donde ya crece, que tendría que ser de regadío para mitigar la irregularidad y falta de lluvia de algunos años. En el norte de España la recogida de castañas es ahora una actividad turística del otoño que se asocia a la recolección de setas, un valor añadido a esta cuestión.

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