Ahora que el puesto del
castañero ha vuelto a hacer su aparición
en el Campo del Toro como preludio de la Navidad, nuestro ilustre colaborador
D. Juan Manuel Serrano Lacaba nos ha enviado una interesante información sobre
los escasos ejemplares de castaños aragoneses, entre los que destacan los de
nuestra zona.
Pues, aunque en España,
el castaño forma bosques, en estado silvestre, en Galicia y Asturias especialmente,
lugares en los que se aprovecha por la
calidad de su madera y como parte de una agricultura de subsistencia, hasta el
punto de constituir un elemento de su cultura, en Aragón no ocurre lo mismo.
Porque en nuestra
comunidad autónoma solamente se conoce un pequeño castañar de repoblación en
Luesma y lo que es más importante, en el Moncayo, en las centrales de Morana y Morca, y junto a
la Casa Forestal y en el Sanatorio de Agramonte donde se plantaron hace muchas
décadas, y ahora son ejemplares de porte majestuoso, que han generado otros asilvestrados
en sus proximidades.
El
interés radica en la circunstancia de que estos lugares son donde mejor se han
adaptado en Aragón, por lo que a juicio de Juan Manuel Serrano sería
interesante estudiar esta cuestión que, hasta el momento, no ha merecido la
atención debida.
Hay que recordar que el
castaño común (Castanea Sativa),
diferente al Castaño de Indias, necesita un clima templado y húmedo, con unos 1.000
litros de lluvia por m2, y un suelo rico en sílice (arenisca, cuarcita,
granito), condiciones que en Aragón sólo encuentra en el Moncayo, en zonas
frescas y umbrías entre los 900 y 1.200 metros de altura. Más alto ya no crece.
Es identificable por sus grandes hojas aserradas, de hasta 30 cm de longitud. Una
prueba de que encuentra las condiciones adecuadas es el que se está asilvestrando, enriqueciendo aún más la
riquísima flora del Moncayo. Curiosamente, la acequia de Morana que nace cerca de la
central también se conoce como el nombre de acequia de los Castaños hasta
Alcalá de Moncayo, desde donde se desvía hacia Ambel.
Por todo ello, Juan
Manuel Serrano opina que se podría intentar cultivarlo en el entorno de las
zonas donde ya crece, que tendría que ser de regadío para mitigar la irregularidad
y falta de lluvia de algunos años. En el norte de España la recogida de
castañas es ahora una actividad turística del otoño que se asocia a la
recolección de setas, un valor añadido a esta cuestión.
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