Centrados con frecuencia en las consecuencias de conflictos
más recientes, tendemos a olvidar a aquellos que participaron y, en ocasiones,
dieron su vida en otros no tan lejanos, como la guerra de Marruecos, finalizada
poco antes del inicio del Guerra Civil, o las campañas de Cuba y Filipinas en
las que tomaron parte numerosos jóvenes de toda nuestra comarca. Algunos
tuvieron la fortuna de regresar, tras sufrir múltiples penalidades, pero otros
quedaron allí para siempre.
Hoy queremos recordar a los dos últimos supervivientes
borjanos de la Guerra de Cuba. Ambos fallecieron en 1968 y, además, estaban
emparentados. En enero de ese año murió en nuestra ciudad D. Eulogio Chueca, a
la edad de 91 años, y el día 29 de junio moría en Zaragoza su cuñado D.
Francisco Almau, también a los 91 años. Este último, conocido popularmente con
el sobrenombre de “Francisquín”, había sido nombrado alguacil de nuestro
Ayuntamiento por el Alcalde D. Feliciano Rivas Foncillas, en 1903. Hasta sus
últimos momentos conservó una prodigiosa memoria, hasta el punto de que el
corresponsal de Heraldo de Aragón, D. Francisco Domínguez Pablo, lo consideraba
un auténtico archivo viviente. En su necrológica afirmaba que, al quedar viudo,
había marchado a Mendoza (Argentina) donde residía una hija. Pero, poco tiempo
después, regresó a España, estableciéndose en Zaragoza con otra hija, ciudad en
la falleció.