martes, 27 de julio de 2021

Completando la colección de obras de García Bacca CXXVIII

 

         Últimamente estamos incorporando al fondo García Bacca una serie de obras que, aunque conocidas en algunos casos, no suelen relacionarse con el ilustre filósofo. Este es el caso de la que nos llegó ayer: La respuesta imposible del Dr. Federico Álvarez que, dedica un amplio comentario a un aspecto de la labor intelectual de García Bacca.


         Conviene recordar, en primer lugar, quién fue el Prof. D. Federico Álvarez Arregui (1927-2018), todavía un niño cuando emprendió con su familia el exilio, al término de la guerra civil, teniendo como destino a Cuba donde, a los 18 años, inició la carrera de Ingeniería en la Universidad de La Habana e ingresó en el Partido Comunista. En 1947 marchó a México y aunque continuó sus estudios de ingeniería, terminó licenciándose en estudios latinoamericanos en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de México. Tras contraer matrimonio con Elena Aub, hija del gran escritor Max Aub, desarrolló una ingente labor como profesor y crítico literario en diversos lugares. Estuvo en La Habana durante seis años y desde allí retorno a España, en 1971, trabajando para varios grupos editoriales e impartiendo conferencias en diversas universidades.  En 1982 regresó a México como profesor de la UNAM en donde más tarde se doctoró en Filosofía con una tesis sobre “Marxismo, eclecticismo y pos (trans) modernidad”. El eclecticismo en la Literatura ya había sido el tema de su máster en Letras Hispanoamericanas y, en gran medida, constituye el eje central de la obra que estamos comentando.

         Como señala en el prólogo, el eclecticismo, tras varios siglos de vigencia, cayó en el mayor descrédito en el siglo XIX debido fundamentalmente a las críticas de Hegel. Pero su noción fue recuperada por los filósofos transmodernos y el propio Álvarez fue evolucionando desde aquellos años en que, como cualquier joven marxista, era un feroz enemigo del mismo, hacia unos planteamientos diferentes, intentando devolver a ese concepto el “estatus categorial filosófico objetivo que tuvo durante mucho tiempo”.

         Frente a la crisis de la modernidad, tras la segunda guerra mundial, se abrió una etapa hacia otra “modernidad” diferente aún sin definir pero en la que se ponían en tela de juicio categorías centrales hasta entonces en vigor.

         Esa nueva época (hay que tener en cuenta que el libro fue publicado en 2002) representó el final del escolasticismo y del academicismo marxista. Lo que para muchos resultó imprevisto, según el autor no le ocurrió lo mismo a García Bacca que había vaticinado que al marxismo y al catolicismo les había llegado “la hora de la verdad”, esa hora en la que “veremos quién prefiere ser marxista a ser libre y dar libertad; quien prefiere ser católico a ser libre y dar libertad”.

         Esa supuesta dicotomía tenía en García Bacca una justificación no sólo histórica sino biográfica, dado que como recuerda su trayectoria personal había comenzado como pensador católico. Destaca también su “siempre agilisima reflexión, como buen matemático”. Aunque García Bacca no recurre en ningún momento al término “eclecticismo” para Álvarez los primeros Padres de la Iglesia fueron eclécticos y ganaron el derecho a decir su verdad que sus seguidores convirtieron en dogma y en herejes a sus opositores.

         Algo parecido sucedió en el marxismo por lo que para García Bacca toca ahora “defender a toda costa el derecho de los no marxista a sostener opiniones no marxistas”, por lo que Álvarez se pregunta si “no tendremos los marxistas que releer todos los textos posmarxianos, tachados no pocas veces de eclécticos (de heréticos), y constituir una nueva síntesis abierta, heterogénea, heteróclita, híbrida si se quiere; libremente buscada... forjada en el derecho de todos a pensar partiendo de fuentes disímiles”.

         Al margen de su referencia a García Bacca, estamos ante una obra interesante de un intelectual que, sin renunciar a su condición de marxista, huyó del dogmatismo oficial para adentrarse en la búsqueda de nuevas respuesta ante un mundo sometido a un profundo cambio que continuó, pensamos que se aceleró, tras su fallecimiento.



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