La víspera de San José del pasado año falleció en Zaragoza la Dra. Dª. María José Aguilera Arilla nacida en Borja el 29 de marzo de 1950. En este blog le dedicamos una necrológica, destacando su labor como Profesora Titular de Geografía General y Fuentes, tratamiento y representación de la información geográfica en la Universidad Nacional a Distancia.
Recientemente hemos sabido que sus familiares
han puesto a la venta muchas de las cosas que conservaba en su piso de Madrid.
Entre ellas se encontraba su Tesina de Licenciatura, realizada en la Facultad
de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, bajo la dirección del
Prof. D. Antonio Higueras Arnal. Tiene como título “Borja: un municipio del Somontano
ibérico” y, por esa razón, no hemos dudado en ponernos en contacto con el
vendedor y adquirirla para conservarla en el archivo del Centro, como homenaje
a quien publicó en nuestra revista Cuadernos de Estudios Borjanos dos
extractos de la misma.
Efectivamente, en enero de 1978, en el
primer número de la revista apareció un artículo, titulado “Borja: Estudio Geográfico”
del que se señalaba que era un extracto de esa Tesis o Memoria de Licenciatura
que había sido defendida en 1975.
Cuadernos de Estudios Borjanos
nació con una periodicidad semestral. Por eso, a finales de ese mismo año de
1978, apareció el segundo número con otro artículo de María José Aguilera que
trataba sobre “La actividad agraria en Borja y su evolución”.
Pero, aunque a través de los citados
artículos ya conocíamos algunos de los aspectos fundamentales de su trabajo, al
disponer del texto completo del mismo, hemos podido constatar el esfuerzo que
supuso su realización cuando no había ordenadores (está escrita a máquina) y
los gráficos se tenían que realizar manualmente.
Lo que en ella se nos ofrece es, ante
todo, una radiografía de nuestra ciudad a mediados de la década de los años 70
del pasado siglo, en donde la situación era muy diferente a la actual. En este
sentido conviene recordar que su población era ligeramente superior a las 4.100
personas (aún bajó más), habiendo experimentado desde 1867, cuando llegó cerca
de los 6.000 habitantes, el espectacular descenso que muestra este gráfico.
No obstante, en 1970 la pirámide de población
aún no era demasiado alarmante, a pesar de que la tasa de natalidad era
sensiblemente inferior a la media nacional ya que frente al 20 por mil de
España, en Borja era del 9,47.
Otra información interesante es la que
ofrece acerca de los residentes que no habían nacido en Borja, 744 de los
cuales procedían de 91 localidades de la provincia (151 de la capital). Había
otros 307 nacidos en diferentes lugares de España, mientras que sólo eran 27
los nacidos en el extranjero, aunque la mayoría de ellos eran hijos de familias
borjanas que habían ido a trabajar a Francia y otra a Alemania, de manera que
como extranjeros reales contabilizaba únicamente a un francés, casado con una
borjana que llevaba residiendo aquí 23 años; otro era un niño nicaragüense
(bien conocido) y 6 argentinos, aunque hijos de padres españoles que habían emigrado
a esa república en el pasado. ¡Lo que ha cambiado el panorama!
Pero también esperamos que será muy
diferentes el cambio experimentado en las cifras de analfabetismo. En 1960 había
528 analfabetos (189 hombres y 339 mujeres) que, en 1970 se habían reducido a
276 (95 hombres y 181 mujeres). Quiere ello decir que, en 1960 era analfabeta
el 13,46 % de la población, mientras que, en 1970, lo era el 7,89 %.
En cuanto a la ocupación de sus
habitantes, la mayor parte eran agricultores. Como “industriales” sólo se contabilizaban,
en 1970, 331 personas, pero en ese apartado se incluían muy diversas profesiones,
desde albañiles a herreros, dado que industrias propiamente dichas sólo se podían
contabilizar a dos con empleo muy reducido.
En cuanto a eclesiásticos y religiosos,
en 1960 había 7 sacerdotes y 60 religiosas, mientras que, en 1970, eran 8
sacerdotes y 50 religiosas.
Son muchos los datos que ofrece este excelente
trabajo que viene a ser continuación del realizado por el Dr. D. Eusebio García
Manrique en le década anterior. Pero, junto a ellos, también tienen mucho
interés las fotografías que lo ilustran a las que dedicaremos otro artículo.
Adelantamos hoy esta vista aérea de la ciudad con la esperanza de que algunos
de nuestros lectores puedan identificar algunos de los edificios y calles que
en ella se distinguen.
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