No suelen ser muchos las publicaciones específicamente dedicadas a nuestra ciudad, por lo que ha sido para nosotros una sorpresa el encontrar, dentro del último envío de la Institución “Fernando el Católico” la obra que lleva por título Los libros de la pecha de Borja (años 1377-1397), editado con el número 97 de la colección “Fuentes Históricas Aragonesas”. Su autor es D. Joaquín Vispe Martínez, que fue catedrático de Historia en los Institutos de Elche y de Tauste, donde dejó un imborrable recuerdo.
Investigador
riguroso y autor de numerosas obras, aquí nos hicimos eco de la que, en
colaboración con Joaquín Giménez Sena, publicó sobre Los pergaminos del
Ayuntamiento de Trasobares, pero también recordamos su intervención en
alguna de las Jornadas sobre Historia de Tauste, organizadas por la Asociación
Cultural “El Patiaz”.
La obra que ahora estamos comentando
incluye la transcripción y el análisis de ocho libros del Archivo Histórico
Municipal de Borja, correspondientes a las pechas recaudadas entre 1377 y 1397.
Como es sabido, la pecha era el impuesto que los miembros del llamado “estado
llano”, estaban obligados a pagar y del que estaban exentos los infanzones y
los eclesiásticos. Consistía en un porcentaje de las cosechas recaudadas que
variaba en función de cada producto.
En cuanto al período estudiado, es el
que siguió a la Guerra de los Dos Pedros que tanta incidencia tuvo en nuestra
zona. Además, fue la única etapa de dominio señorial en la que entonces era
villa de Borja. Había sido donada por Pedro IV a Bertrand du Guesclin por la
ayuda dispensada durante el conflicto y el francés la vendió al arzobispo de
Zaragoza D. Lope de Luna quien, en 1382, la cedió a su hermana Dª. Toda Pérez
de Luna. Pedro IV intentó recuperarla para la Corona, pero en 1384 fue
entregada a D. Bernat de Fortiá y no fue hasta 1387 cuando Juan I de Aragón,
sucesor de su padre Pedro IV, le confiscó sus bienes e hizo entrega de Borja a
su esposa la reina Dª. Violante (Yolanda de Bar), como cámara regia, la cual la
retuvo hasta su muerte en 1425.
Lo interesante de los documentos
transcritos es que están redactados en aragonés. Ahora que tanto interesa al
Gobierno de Aragón la búsqueda y digitalización de fondos escritos en romance,
estos libros constituyen un interesante ejemplo, ofreciendo un amplio
repertorio de voces. Alguna de las que nos han llamado la atención son, por
ejemplo, “azembla” referida a bagajes o bestias de carga para transportarlos; penyoras
(peñoras, multa o pena); “bestiar de la villa” (ganados de la villa), o “peyta”
(tributo).
Los libros incluyen la relación de
pecheros de Borja, unos 400, distribuidos en las tres parroquias, junto con los
de Ainzón y los moros de Ribas, así como lo que pagaba cada uno, en los tres
plazos o tercias en los que cobraba el tributo: en enero, en mayo y para San
Miguel.
También figuran los gastos abonados. No
son demasiado explícitos, pero llama la atención el efectuado a “un morisco y
su acompañante” “que tocaron en la procesión”, al parecer durante la feria de mayo,
en honor a la Santa Cruz.
Al final, se incluye una detallada
relación de los nombres de todos los pecheros en los que abundan el uso de topónimos,
aunque nos ha sorprendido el encontrar a varios con el apellido “Borja”.
Concretamente, Domingo de Borja, García de Borja, Pero Borja y Pascual de Borja,
lo que desmonta la teoría según la cual su uso tenía lugar en personas,
procedentes de Borja, pero residentes en otros lugares.
Otros datos curiosos es la presencia de
varios “Colomas” entre los pecheros, así como de personas apellidadas “del Arco”,
dado que este apellido, en principio, parecía corresponder a una familia
infanzona.
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