El 21 de agosto de 1916 se jubiló “por imposibilidad física” D. Basilio Ferrández Milagro. Había nacido en Ainzón, en torno a 1864 y pertenecía a dos destacadas familias de la localidad. En el volumen III de nuestro Diccionario dimos a conocer algunos breves rasgos de su biografía que ahora podemos completar con nuevas aportaciones, alguna de ellas llamativa. Se graduó como Licenciado en Derecho Civil y Canónico en la Universidad de Zaragoza y, posteriormente, realizó el Doctorado en la Universidad Central.
Con 22 años ingresó por oposición en el Cuerpo de Funcionarios de la Administración al servicio del Ministerio de Hacienda. El 30 de septiembre de 1892 aparece destinado en la Administración de Hacienda de Valencia, como Jefe de Negociado de Tercera Clase. A finales de ese año fue destinado a Zamora como Administrador de Hacienda de esa provincia. De allí retornó en 1893 a la Administración de Valencia y, en 1897, lo encontramos como Administrador de la provincia de Pontevedra y, en 1902, en la de Soria, como Administrador de Hacienda de esa provincia. Mientras tanto había ido progresando en el escalafón por antigüedad y al ascenderá Jefe de Administración de Cuarta Clase, fue nombrado en 1906 Tesorero de Hacienda de Toledo, de donde pasó con el mismo cargo a Santander, Málaga, y Valladolid, donde solicitó la jubilación.
Hasta aquí podría ser la trayectoria administrativa de un
funcionario, sometido a constantes traslados, pero la biografía de D. Basilio
Ferrández tiene otra faceta más interesante para nosotros.
Porque,
tras su pase a la situación de jubilado D. Basilio Ferrández se dedicó a la
Política, como miembro activo del Partido Conservador, siendo elegido Concejal
del Ayuntamiento de Zaragoza, ciudad de la que llegó a ser Alcalde en 1923,
aunque en algunas relaciones se le reseña con el apellido “Fernández”. Durante
su breve mandato fue inaugurado el campo de fútbol de Torrero.
Siguió
formando parte del consistorio zaragozano en tiempos turbulentos, como lo
demuestra esta crónica que el diario madrileño El Sol, publicó en su primera página de 25 de diciembre de 1930
(había periódicos el día de Navidad), en la que relataba la tumultuosa
constitución del nuevo ayuntamiento y el protagonismo de D. Basilio que
aspiraba a la Alcaldía y llegó a retar a duelo a algunos concejales (eso
significa “enviar los padrinos”) que lo habían insultado gravemente. En
aquellos momentos era Jefe del Partido Liberal Conservador en la capital y
tenía más de 65 años. No conocemos las circunstancias de sus últimos años ni la
fecha del fallecimiento de este ilustre hijo de Ainzón que llegó a ser Alcalde
de Zaragoza.
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