El 23 de octubre de 1703 nació en Mallén D. Diego Rafael Garcés del Garro y Martínez de Eulate. Su padre D. Diego Garcés del Garro pertenecía a una de las familias más distinguidas de la villa. Siendo muy joven sentó plaza en los Reales Ejércitos, como cadete del Regimiento de Caballería de Andalucía.
En 1730 se casó con Dª.
Micaela Navarro, que era natural de Añón y murió muy pronto. El 11 de julio de
1748 volvió a contraer matrimonio con Dª Gertrudis de Ochoa, natural de Nájera,
de la que tuvo un hijo. Fue regidor y síndico procurador, haciéndose cargo del
gobierno municipal durante los años 1734, 1737 y 1743. Falleció el 14 de enero
de 1753 y todavía se conserva la casa familiar que está situada precisamente en
la calle que lleva su nombre.
El 23 de octubre de 1854
nació en Larrés (Huesca) D. Pedro Ramón
y Cajal, hermano del Premio Nobel D. Santiago Ramón y Cajal. Dos años
menor, estudiaron juntos el bachillerato en Huesca, pero al ser suspendido
Pedro en el examen final de grado, no se atrevió a volver a casa y huyó a
Francia. En Burdeos se embarcó como grumete en un mercante que zarpó rumbo a la
Argentina, de donde pasó a Uruguay, terminando en las filas de una partida
revolucionaria en la que llegó a alcanzar notoriedad, aunque la aventura pudo
costarle cara, ya que al ser capturado por las tropas gubernamentales se libró
de la ejecución por su corta edad.
Al regresar a España
reanudó sus estudios, obteniendo el grado de Licenciado en la Facultad de
Medicina de Zaragoza el 17 de octubre de 1881, tras haber cursado la carrera
con excelentes calificaciones.
Ejerció la profesión en
el ámbito rural, primero como médico de La Almolda, entre 1881 y 1885, y luego
de Fuendejalón, donde estuvo dese 1885 a 1888. En esta localidad comenzó a
preparar las oposiciones convocadas para cubrir la plaza de Director de
Trabajos Anatómicos de la Facultad, que logró aprobar en 1890, año en el que
obtuvo el grado de Doctor, con una tesis sobre “Investigación de Histología
comparada de la visión en diversos vertebrados. Cinco años después alcanzó, por
oposición, la plaza de catedrático de Histología de la Facultad de Medicina de
Cádiz y, en 1889, pasó a la de Zaragoza como catedrático de Obstetricia y
Ginecología.
Mantuvo siempre una
relación entrañable con su hermano con el que compartió trabajos y
descubrimiento, sintiéndose partícipe de los triunfos de D. Santiago que le
llenaban de satisfacción.
Fue miembro de numerosas
academias y sociedades científicas, entre ellas la Real Academia de Medicina de
Zaragoza, cuyo discurso de ingresó trató sobre “Las fiebres de Malta en
Aragón”, siendo preciso recordar que fue en Fuendejalón donde llevó a cabo el
descubrimiento que permitió identificar las fiebres ondulantes, endémicas en
nuestra zona, con la fiebre de Malta. También fue elegido Presidente del
Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza y concejal del ayuntamiento de la
capital aragonesa en la que falleció el 10 de diciembre de 1950.
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