Sobre el P. Toribio María de la Cruz

 

         Recientemente nos han donado un recordatorio conmemorativo de las Bodas de Plata sacerdotales del P. Toribio María de la Cruz Pasamar, con la imagen de San Juan de Dios, fundador de la orden en la que había profesado, cuando ya era sacerdote.

 

         Al dorso aparecen tres imágenes de este sacerdote borjano, que había nacido en nuestra ciudad el 16 de abril de 1895. Cursó los estudios eclesiásticos en los seminarios de Tudela y Pamplona, siendo ordenado presbítero el 15 de julio de 1920, por el obispo de Pamplona, celebrando su Primera Misa, al día siguiente, en el convento de carmelitas descalzos de la capital navarra. A esa época corresponde la primera imagen.

         Tras ejercer como párroco varios años y, posteriormente, como Maestro de Ceremonias (¿en Pamplona?), a partir de 1934, época de la segunda foto, decidió ingresar en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, siendo destinado a Barcelona, cargo que desempeñó hasta su fallecimiento en 1963, acaecido en Pamplona.

 

Allí colaboró activamente en la creación de la Hermandad de Nuestra Señora de la Peana, propiciando su aprobación canónica ante el obispado de Barcelona, aún no era sede arzobispal, siendo elegido primer Consiliario de la misma.

 

         Un papel destacado desempeñó también D. Fernando Castellot Miguel, hermano de un recordado maestro borjano, el cual fue el primer Presidente, junto con D. Fausto Pelegrín, como Vice-Presidente, que le sucedió en la presidencia, tras su muerte acaecida al año siguiente de la del P. Toribio María de la Cruz.

 

         La Hermandad fue fundada en 1957 y, en el programa que editaba cada año, colaboraba el P. Toribio María con un artículo, el primero de los cuales llevaba por título “Cómo nació la devoción a la Virgen de la Peana y por qué se la bautizó con ese nombre”. Le siguieron, en años sucesivos, los dedicados a “La ermita de San Jorge”, “La ermita del Calvario”, “La Virgen de Misericordia”, y “Sufrimientos de Borja en la Guerra de la Independencia”, publicado en 1963. Al año siguiente, se daba cuenta ya de su fallecimiento.

 

         Su devoción a nuestra Patrona aparece reflejada en este cuadro que mandó pintar para el Santuario de Misericordia, en 1950, donde puede verse. En ella aparece de rodillas, al pie de la imagen de la Virgen, acompañado por sus padres y por un niño (posiblemente su hermano), con el escudo de la ciudad entre ambos grupos.