viernes, 4 de noviembre de 2022

Jardín botánico junto a Veruela

 

         D. José Luis Garde nos ha remitido, a petición nuestra, imágenes de un espacio situado junto al monasterio de Veruela en la que, merced al esfuerzo de su propietario, ha surgido lo que bien podríamos calificar de “jardín botánico”, dada la variedad de especies que allí existen.



         Aunque las llamas del pasado incendio llegaron hasta sus límites e, incluso, chamuscaron a algunos árboles, el conjunto de ha salvado. Las fotografías de José Luis Garde que ofrecemos son todas anteriores al incendio.


En las fotografías de los árboles que allí pueden contemplarse, nos ha indicado sus nombres científicos, a los que queremos unir los de uso vulgar. En esta foto aparecen un Callitropsis nootkatensis, también conocido como falso ciprés de Nutca1​ o falso ciprés de Nootka (Nutca), procedente de Canadá.

El Cupressus glabra, o ciprés glabro de Arizona, es una especie originaria del suroeste de Estados Unidos. También procede de allí el Cupressus macrocarpa o cedro de Monterrey.


En esta otra imagen aparecen numerados del 1 al 7 El primer de ellos lleva el nombre científico de Cupressus × leylandii. Se trata del llamado comúnmente ciprés de Leyland, que es un híbrido.

El 2 es el Cupressus macrocarpa, al que ya hemos hecho referencia y del que procede el anterior. Con el nº 3 aparece el Taxus baccata, que es el tejo común o tejo negro. El 4 es una encina (Quercus rotundifolia), mientras que el 5 corresponde a Thuja plicata, tuya gigante o "cedro" rojo del Pacífico, también llamado cedro rojo occidental. A los que llevan los números 6 y 7, Cupressus macrocarpa y Cupressus glabra ya hemos hecho referencia.



En la primera foto aparecen dos ejemplares de cedros, el Cedrus atlántica, a la derecha y Cedrus atlantica glauca o cedro azul del Atlas, que es una variedad con hojas más azuladas todavía. En la segunda puede verse otro ejemplar de Cupressus macrocarpa, ya comentado.



En la primera foto, con las instalaciones del Parador de nunca inaugurar al fondo, puede verse un Pinus wallichiana, el pino azul del Himalaya o pino de Bután, que es una especie originaria del Himalaya. La segunda corresponde a una Sequoiadendron giganteum, la secuoya gigante, un árbol que puede alcanzar una gran altura, pues llega a crecer cerca de dos metros entre los cuatro y diez años de vida.


Aquí nos ha dejado una imagen de los frutos del Ribes rubrum, el grosellero rojo. Es un arbusto con cuyas bayas se pueden elaborar deliciosas mermeladas.



         Finalizamos con estas últimas fotografías de otros arbustos, bambúes, y de una flor de manzano, pues también hay algún árbol frutal: cerezos y manzanos.


         Ha sido, por lo tanto, una suerte que se haya salvado este jardín que se encuentra en sus inicios, pues cuando sus árboles crezcan puede resultar espectacular si todos sobreviven en tan apretado espacio.



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