La salida de la tradicional “procesión de los Cristos” que, en la noche del Jueves Santo, recorre las calles borjanas, deteniéndose en los monumentos instalados en los templos de la ciudad, fue trasladada este año a la iglesia de San Bartolomé y el cambio ha supuesto una indudable mejora, como corroboraron las muchas personas que se dieron cita en ese lugar, entre ellos los miembros de la cofradía de San Bartolomé que, con velas encendidas, se habían colocado a ambos lados de la plaza.
La cofradía de San Juan Evangelista que
era quien abría el cortejo se había situado en la calle de Belén, desde la que continuó
por la de Escárate, mientras que la de San Sebastián y la Verónica esperaba en
la plaza.
La procesión está integrada por cinco
pasos que corresponden a los Misterios Dolorosos del Santo Rosario. El primero
de ellos, el de la Oración en el Huerto, es llevado por la cofradía de las Almas
(con hábito negro y tercerol) que ha vuelto a utilizar el paso antiguo, en
lugar del que fue adquirido a mediados del siglo XX (de producción industrial).
El de Cristo atado a la columna lo porta la cofradía de San José (con habito
blanco, capirote rojo y faja y vivos del mismo color.
La cofradía del Carmen tiene a su cargo
el paso de la Coronación de Espinas, recientemente restaurado a sus expensas.
Viste hábito marrón con capirote, capa, faja y vivos en color blanco.
La cofradía de San Antón, que viste hábito negro con capirote
y vivos de color morado es quien lleva el paso de Jesús con la Cruz a cuestas
camino del Calvario.
El último de los pasos es el de la
Crucifixión que lleva la cofradía de las Almas, con su hábito negro, aunque en
este caso introdujo una cruz blanca en el pecho. Tras el marchaba el párroco,
con elegante traje y llevando al cuello una medalla que recordaba su origen. Le
acompañaba una representación de todas las cofradías y de su mano marchaba una
jovencísima cofrade.
Cerraba el cortejo la Agrupación de
Cornetas, Tambores y Bombos de San Sebastián y la Verónica. Desde la iglesia
marcharon, como hemos dicho, a recorrer los monumentos, a los que dedicaremos
otra crónica, pues también hubo novedades.
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