jueves, 30 de junio de 2011

La fiesta de Santa Orosia en Jaca


            La ciudad de Jaca celebró el pasado 25 de junio la festividad de su patrona Santa Orosia que también lo es de la diócesis. Uno de los actos centrales de las celebraciones lo constituye la procesión que recorre las calles de la localidad con el arca de plata en la que se guarda el cuerpo de la mártir y en la que también desfilan las arcas con las reliquias de San Félix, San Voto y San Indalecio.


            Santa Orosia nació en el año 864 y era hija de Moyslav, uno de los duques de Bohemia, en la actual república de Chequia. Cuando tenía 16 años fue prometida a Fortún Garcés, hijo del conde Fortún Ximénez que, en aquellos momentos, se intitulaba rey de Aragón y Navarra.


            Fortún Garcés que sucedería a García Ïñiguez al frente del naciente condado de Aragón era monje. Por este motivo, su padre envió una embajada al papa Juan VIII para obtener la necesaria dispensa, pidiéndole que eligiera esposa para su hijo. Los embajadores aragoneses coincidieron en Roma con San Metodio, patrón de Europa junto con San Cirilo, quien sugirió al pontífice el nombre de Orosia. Aceptada la propuesta, se efectuó el matrimonio por poderes y la joven princesa centroeuropea emprendió el viaje hacia Aragón. En el mes de octubre de 880 llegaron a nuestra tierra, aunque no llegó a reunirse con su esposo pues en Yebra la comitiva fue interceptada por una partida de musulmanes, al mando de Muhammad ibn Lope ibn Musa, que dio muerte a Orosia y sus acompañantes, siendo enterrada precipitadamente en aquel lugar. Sus restos fueron encontrados, más tarde, por un pastor y llevados a la catedral de Jaca, salvo la cabeza que quedó en Yebra. Desde entonces, el culto a la mártir fue cobrando fuerza y, en la actualidad, permanece vivo a través de una serie de costumbres y tradiciones de profundo significado.


            Pero el motivo de dejar constancia aquí de la historia de Santa Orosia es porque el caudillo musulmán responsable de su muerte al que la hagiografía de la santa presenta como apóstata, bandolero, asesino y satánico, puede ser considerado de origen borjano, ya que pertenecía a la quinta generación de los Banu Qasi, una familia de muladíes, descendiente según la tradición de un noble hispanovisigodo, el conde Casio, que a la llegada de los musulmanes, abrazó la nueva fe, logrando consolidar su poder en una zona del valle del Ebro, en torno a Borja, Ejea y Tudela. Uno de los más destacados miembros de esta dinastía fue Musa ibn Musa (Muza II) que llegó a ser considerado tercer rey de España, por su situación hegemónica al frente de la Marca Superior de Al Andalus. El verdugo de Santa Orosia era nieto de Muza II y, probablemente, fue siempre musulmán, aunque las relaciones de la familia con la España cristiana fueron muy estrechas. De hecho, la abuela de Muhammad era Assona, hija de Íñigo Arista.


            Por otra parte, los enfrentamientos con los emires cordobeses fueron constantes. En 879, un año antes de la muerte de Santa Orosia, el emir al-Mundir atacó Borja, una de las más importantes plazas de los banu Qasi, que fue parcialmente destruida. Poco después, Muhammad se reconcilió con el emir y fue nombrado gobernador de Alfaro, Tarazona y Borja. Esto ocurría hacia el 884 y, a partir de ese momento, se prodigaron sus ataques a poblaciones cristianas desde esas posesiones. Con los datos disponibles resulta difícil, por lo tanto, datar la fecha de la muerte de Santa Orosia en 880 ya que, en esos momentos, Muhammad se encontraba haciendo frente a los ataques de al-Mundir. Es más probable que la tragedia tuviera lugar unos años después.


            Pero de lo que no cabe duda, según la tradición, es de que el responsable de la muerte de la patrona de Jaca fue un vástago de esa importante familia de muladíes borjanos: los banu Qasi y, por eso, este año hemos querido compartir la fiesta con los habitantes de la antigua capital aragonesa.

miércoles, 29 de junio de 2011

Una nevera desconocida en Ambel

            A pesar de la labor que el Centro de Estudios Borjanos viene efectuando en defensa del Patrimonio Cultural de su área de influencia, en la que destaca la realización de inventarios de los distintos elementos que lo constituyen, lo cierto es que, cada día, surgen nuevas sorpresas.


            Una de ellas ha sido el “descubrimiento” en Ambel de una nevera de la que no teníamos noticia, por sorprendente que pueda parecer. En nuestra zona es conocida la nevera de Alberite de San Juan, sobre cuya recuperación venimos insistiendo, sin éxito, desde hace tiempo. También conservamos datos e, incluso, fotografías de las neveras de Borja y de Purujosa, destruidas hace tiempo. Pero en el caso de Ambel, resulta también muy llamativo el hecho de que la nevera no fuera citada por Christopher Gerrard en su obra Paisaje y señorío: La casa conventual de Ambel (Zaragoza), en la que reseña todas las edificaciones relacionadas con la agricultura, ganadería e industria que hubo en la localidad.


            Nosotros hemos podido acceder a ella gracias a la amabilidad de su propietario D. Antonio Aragón. Situada en las afueras del casco urbano, la construcción pasa desapercibida ya que fue edificada junto a un desnivel y parcialmente excavada en la peña.


            De características similares a las de estos elementos utilizados para almacenar la nieve que se traía de las cumbres del Moncayo, tiene planta circular con un diámetro de 5,80 metros. Se cubre con una falsa cúpula de mampuesto, de forma cónica y 4,20 metros de altura en su parte central, donde se dispone la abertura habitual de estas construcciones que, en este caso, conserva la pieza circular que la cerraba. Destaca una prolongación lateral excavada en la roca, en uno de sus laterales.


            El suelo fue pavimentado en cemento y se enlució la parte baja, ocultando el desagüe que tenía. También se amplio el acceso y fue dotado de escaleras que no tenía. Por el exterior, el ligero resalte que se adivina en el terreno donde se asienta ha sido protegido con cemento, evitando filtraciones y el deterioro de la obra que, en conjunto, se encuentra en perfecto estado de conservación.

Exposición de Inmaculada Arricivita en San Juan de la Peña


            Inmaculada Arricivita es una destacada pintora bien conocida en nuestra zona ya que tiene su estudio en Agón. El año pasado expuso en el Centro de Estudios Borjanos y, hace muy poco, pudimos ver su obra más reciente en Villa Sabina, la sala de exposiciones que ha puesto en marcha la Asociación de Vecinos del Santuario de Misericordia, con la colaboración del Gobierno de Aragón.


            Por otra parte, el 20 de junio, inauguró una importante muestra de su quehacer pictórico en el claustro del monasterio nuevo de San Juan de la Peña que ha sido organizada por el Departamento de Industria, Comercio y Turismo del gobierno aragonés.


            En los amplios espacios del recreado claustro se exponen obras de gran formato y composiciones de pequeñas obras que constituyen una unidad temática, de características similares al mural que decora el vestíbulo del Centro de Traumatología del Hospital Miguel Servet.


            La exposición permanecerá abierta hasta octubre de este año, lo que permitirá a todas las personas interesadas acercarse a ese emblemático lugar, disfrutando además de las bellezas de la zona e, incluso, del alojamiento en el propio monasterio ya que, como es sabido, allí se encuentra uno de los establecimientos que forman parte de la Red de Hospederías del Gobierno de Aragón.

viernes, 24 de junio de 2011

El palacio de Bureta


            Dentro del recorrido por los museos de nuestra comarca, queremos destacar aquí la importancia de la Casa Palacio de los condes de Bureta. Restaurado hace unos años por el XIII titular del condado, sin ningún tipo de ayuda oficial.


 El palacio, cuya visita recomendamos, es un auténtico museo que cuenta, además, con cafetería y restaurante. Por otra parte, es posible alojarse en una zona transformado en Casa Rural. Sobre todo el conjunto se ofrece amplia información en la página web: www.condadodebureta.com


Se encuentra ubicado en la localidad de Bureta (Zaragoza) y está adosado a la iglesia parroquial de la Santa Cruz, formando un conjunto monumental de grandes dimensiones. En la parte posterior se conservan restos de un torreón islámico, en torno al cual se fue configurando, a lo largo del tiempo, el actual palacio.


            En el siglo XVI fue construido el cuerpo central, de planta rectangular y paralelo a la iglesia, que está rematado por una cubierta a dos aguas y la característica galería de arcos de medio punto doblados, a ambos lados del edificio.


            Posteriormente, se le añadieron dos cuerpos de menor altura que dejan libre la planta superior del cuerpo central. Formando ángulo recto con este conjunto se dispone otra ala, de características similares a las comentadas, aunque de altura ligeramente superior.


            Entre ambas delimitan un espacio al que se accede desde la plaza a través de una portada rectangular, con frontón triangular en el que pueden verse las armas de los condes. Las fachadas que dan a este patio son de mampuesto y ladrillo, con vanos rectangulares y pilastras de ladrillo entre ellos. En el lateral derecho se encuentra la portada principal del palacio que es adintelada, con jambas y entablamento de piedra resaltada.


            En el interior,  todas las estancias originales, cuidadosamente restauradas, conservan el mobiliario y la decoración original. El salón más importante procede del palacio que los condes de Bureta tenían en Zaragoza, donde fue desmontado para ser reinstalado aquí. Junto a las obras de arte expuestas y a algunos elementos arquitectónicos de gran interés, destaca el magnífico archivo de la casa condal.



miércoles, 22 de junio de 2011

La rehabilitación de Purujosa


            Hace unos años, Purujosa era un municipio que parecía llamado a desaparecer. Enclavado en un bello emplazamiento, dentro del área del Parque Natural del Moncayo, su caserío se encontraba arruinado y la desolación parecía adueñarse de las calles antaño pobladas.


            En la actualidad, tiene empadronadas a unas 44 personas, aunque son muchas menos las que residen allí habitualmente. A pesar de ello y de los escasos recursos disponibles, el cambio experimentado ha sido espectacular. Los edificios de su casco urbano vuelven a cobrar vida y lo hacen manteniendo las características de la arquitectura popular de la zona. En unos momentos en los que se “rehabilita” con tanta zafiedad, lo que está ocurriendo en Purujosa parece un milagro, y da gusto recorrer sus calles contemplando lo que se ha hecho en muchas de sus casas. Se ha sabido mantener las antiguas paredes de mampuesto en piedra vista, mientras que los interiores se decoran con gusto.


            Evidentemente, no todo es perfecto y aún queda mucho por hacer. Sin embargo, el que una de las personas implicadas en las obras que se han ido realizando nos reconociera que algunas cosas se podían haber hecho mejor, demuestra la sensibilidad que inspira los trabajos y abre el camino hacia unos horizontes que desearíamos no ensombrecieran esta meritoria línea de actuación.


            Es preciso, por lo tanto, manifestar nuestro reconocimiento a todos los responsables de este sorprendente proceso, con la esperanza de que las actuaciones de Purujosa sirvan de modelo para otros municipios de nuestra zona.


martes, 21 de junio de 2011

En torno a un edificio de Talamantes

            En el municipio de Talamantes y en un paraje de gran belleza, frente a las peñas de Herrera, se está levantando el edificio que aparece en las fotografías. No se trata de una obra pública, a pesar de su aspecto exterior, sino de una vivienda unifamiliar. En forma de cubo y con revestimiento exterior de piedra de Calatorao, la vivienda se articula en torno a un núcleo central circular.


            Podrán ser cuestionadas las características del proyecto y valorar si se trata del diseño más adecuado para su utilización como vivienda o, incluso, si con la inversión realizada se podían haber obtenido mejores resultados. Pero todo ello pertenece a la esfera privada y son asuntos que quedan dentro del marco de las relaciones contractuales entre el promotor y el arquitecto responsable.


            Pero, de lo que no cabe la menor duda es que no es un proyecto respetuoso con el entorno. Ni por el entorno natural, ni por las características de la arquitectura tradicional de la zona, se tendría que haber autorizado su construcción.

            No obstante, tras las oportunas consultas, hemos podido constatar que el proyecto se ajusta, al parecer, a la normativa vigente en ese lugar. Por lo tanto, habrá que cambiar las normas, de manera inmediata, para que no puedan volver a repetirse actuaciones como la que comentamos.


            Talamantes es una de las localidades más bellas de nuestra comarca. Lo hemos señalado en otras ocasiones. Lamentablemente, la imagen espectacular de su caserío, se ha ido diluyendo por múltiples actuaciones que han ido desvirtuando sus señas de identidad y el color ocre de su fachadas de piedra que han sido enfoscadas y pintadas, hasta el punto de que se ha podido afirmar que “Si no fuera porque estamos en Aragón, se podría decir que Talamantes ofrece el aspecto de un pueblo andaluz, de los llamados “pueblos blancos” encaramados en las laderas de las serranías béticas. Efectivamente, la mayoría de sus casas están acabadas en color blanco, presentando una gran uniformidad en sus construcciones…”. Este sorprendente comentario, en el que el autor, con un profundo desconocimiento del medio, manifiesta su entusiasmo por el aspecto del caserío, aparece, nada menos, que en el punto 1.5.2 del Proyecto de Delimitación de Suelo Urbano, aprobado el 23 de febrero de 1998, siendo el instrumento urbanístico en vigor.

            Podríamos extendernos en comentarios más o menos irónicos, pero, en lugar de hacer palmas, creemos que se impone una profunda reflexión sobre lo que estamos haciendo para preservar nuestro patrimonio y un legado cultural que es de todos.

domingo, 19 de junio de 2011

Presentación en Purujosa



            La localidad de Purujosa celebra, tradicionalmente, sus Fiestas Patronales en honor a la Virgen de Constantín, coincidiendo con la festividad de la Santísima Trinidad. Este año, entre los actos del programa, figuraba la presentación del libro que, sobre su Patrimonio Artístico Religioso, editó el Centro de Estudios Borjanos a finales de 2010.


            Tuvo lugar a las 11 de la mañana del domingo 19 de junio en la Iglesia Parroquial de El Salvador. Presidió el acto el alcalde de Purujosa D. Mariano Sanjuán Clemente, que estuvo acompañado por el administrador parroquial D. Francisco Barrionuevo Fernández, un joven sacerdote que vive como eremita en aquel lugar. En la presidencia se encontraban, asimismo, el Presidente del Centro de Estudios Borjanos y los autores de la obra D. Alberto Aguilera Hernández y D. Ramiro Adiego Sevilla. Entre el numeroso público que llenaba el templo estaban el alcalde de Talamantes D. José Manuel Jiménez Arellano; el primer teniente de alcalde del M. I. Ayuntamiento de la ciudad de Borja D. Juan María de Ojeda Castellot y el antiguo alcalde Calcena D. Félix Marco Sebastián. Intervino en primer lugar el Presidente del Centro que destacó la vinculación histórica de Purujosa con la ciudad de Borja y la labor realizada por los dos investigadores que han hecho posible la publicación de este importante trabajo. Se refirió, de manera especial, a D. Ramiro Adiego, un purjosano más, que se ha encargado del estudio histórico; y a otro de los investigadores del Centro, D. Alberto Aguilera que ha sido el responsable de las descripciones artísticas de los dos templos de la localidad. Seguidamente, habló en nombre de los autores Ramiro Adiego, ofreciendo los resultados más destacados de la investigación. El P. Francisco expresó su gratitud por el trabajo realizado que, en su opinión redundará en beneficio de todas las personas que aman a este precioso municipio y a mayor gloria de Dios, cuyo culto constituye el objeto fundamental del patrimonio religioso. Cerró el acto el Sr. Alcalde, agradeciendo la presencia de tantas personas, muchas de ellas llegadas de fuera, y de las autoridades que habían querido acompañarlas.


            Al término del acto se celebró la Santa Misa en la ermita del la Virgen de Constantín que culminó con el canto de los Gozos y de unas emotivas jotas en honor a la patrona de Purujosa.


            A la sombra de la arboleda existente al pie de la población, se reunieron todos en una comida de hermandad, al finalizar la cual hubo un bingo, mientras sonaba la música y los más decididos no dudaron en demostrar sus habilidades.


            En resumen, una jornada sumamente grata que ha dejado un recuerdo imborrable en todos los que tuvieron la fortuna de compartirla con las maravillosas gentes de Purujosa y de disfrutar de las bellezas de un municipio que ha experimentado una transformación radical, realizada con cuidado y buen gusto, a la que dedicaremos un comentario especial.

sábado, 18 de junio de 2011

Encuentro en Talamantes


            Manuel Villarroya Pérez es un entrañable personaje, incansable promotor de la Cultura, que ha hecho de Talamantes uno de los ejes de su vida. Fundador con otros entusiastas de la Asociación Cultural “San Miguel”, promotora de las Semanas Culturales, que alcanzan este año su XXX edición, fue el impulsor de varias revistas como la Gaceta de Talamantes y la Gaceta Cultural que tan extraordinario recuerdo dejaron en quienes las recibíamos regularmente.

            En 2007, tuvo que someterse a una importante operación de trasplante y, desde entonces, reúne cada año en su “Casa de la Pradera” al equipo que le atendió, en lo que él denomina Encuentros Convivenciales Facultativo-Pacientales, una excusa para renovar su gratitud a todos los que le ayudaron a superar una crisis a la que hizo frente con su habitual optimismo e ilusión. Junto a su faceta gastronómica de la que es responsable fundamental su mujer, que se esfuerza para que todo esté a punto, cada una de las jornadas se complementa con diversos alicientes culturales.


            Este año, los participantes quisieron iniciarla con una visita al Centro de Estudios Borjanos, donde fueron recibidos por su Presidente quien les mostró las instalaciones de la Casa de Aguilar y les ofreció algunas publicaciones editadas por nosotros. Ya en Talamantes, se incorporó al grupo el alcalde de la localidad, D. José Manuel Jiménez Arellano, que acaba de ser reelegido y que, además, pertenece desde hace años a la Asociación de Amigos del Centro de Estudios Borjanos.

            La jornada culminó con la entrega unos bonitos recuerdos, a cada uno de los asistentes, tanto por parte de Manuel Villarroya como del Sr. Alcalde de Talamantes, a los que queremos agradecer este gesto y la agradable jornada que compartimos con ellos.

viernes, 17 de junio de 2011

El Museo Arqueológico de Borja


            Nuestra comarca dispone de una serie de museos de gran interés que no son suficientemente conocidos. Por este motivo, nos proponemos incluir algunas noticias de los mismos, con la esperanza de que su existencia llegué al mayor número posible de personas.

            En Borja existen, por el momento, dos museos y pronto habrá otros. Hoy queremos hacer referencia al Museo Arqueológico, surgido de la colaboración entre el M. I. Ayuntamiento de la ciudad y el Centro de Estudios Borjanos que se encargó de su instalación y en el que muestra las colecciones reunidas a lo largo de muchos años.

    
            Está instalado en la antigua iglesia de San Miguel, un edificio que fue declarado Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés. En su origen fue un templo románico del que se conserva el ábside. Fue sometido a diferentes reformas y aún se advierten los restos de su torre mudéjar y una obra excepcional, la celosía que cerraba el coro del contiguo convento de Santa Clara ya que, hasta que las religiosas dispusieron de iglesia propia, asistían a los cultos de la parroquia. La celosía fue realizada por dos alarifes mudéjares, poco antes de la expulsión de los moriscos, por lo que, con razón, ha sido considerada el “canto del cisne” del arte mudéjar en Aragón.


            En la nave de la iglesia, cubierta con una techumbre de madera soportada por arcos fajones apuntados y en las capillas laterales, algunas de ellas con pinturas murales, se disponen las distintas áreas expositivas del Museo, desde la época paleolítica hasta el medioevo. Cada una de ellas está formada por varias vitrinas con carteles explicativos de cada etapa.


            En el museo, inaugurado en 2004, se van a llevar a cabo ahora algunas obras pendientes, como la mejora de las fotografías de las vitrinas y la instalación de algunos paneles explicativos que habían quedado pendientes. También se pondrá en marcha la sala de audiovisuales y volverá a abrirse la zona de descanso, desde la que es posible admirar la parte exterior del ábside.


            Por otra parte, se pretende relanzar las actividades del Museo con la esperanza de que llegue a ser reconocido como uno de los mejores centros que, sobre estas materias, existen en nuestra comunidad.


jueves, 16 de junio de 2011

Una nueva edición de la Vida de Pedro Saputo


            Remitida por el Instituto de Estudios Altoaragoneses, acabamos de recibir un ejemplar de la obra de Braulio Foz: Vida de Pedro Saputo, en edición de José Luis Calvo Carilla. El libro fue publicado en la colección Larumbe. Textos aragoneses, de la que hace el número 69. Esta interesante iniciativa es fruto de la colaboración de Prensas Universitarias de la Universidad de Zaragoza, el Instituto de Estudios Altoaragoneses, el Instituto de Estudios Turolenses y el Gobierno de Aragón.
            Como es sabido, Braulio Foz nació en la localidad de Fórnoles (Teruel) en 1791 y falleció en Borja en 1865, siendo sepultados sus restos en el cementerio de nuestra ciudad. Aquí había contraído matrimonio con Dª Antonia Nogués y Milagro, hermana del general Nogués, el conocido escritor que firmaba sus obras con el seudónimo “Un soldado viejo natural de la ciudad de Borja”.
            Como es sabido, Braulio Foz nació en la localidad de Fórnoles (Teruel) en 1791 y falleció en Borja en 1865, siendo sepultados sus restos en el cementerio de nuestra ciudad. Aquí había contraído matrimonio con Dª Antonia Nogués y Milagro, hermana del general Nogués, el conocido escritor que firmaba sus obras con el seudónimo “Un soldado viejo natural de la ciudad de Borja”.
            La Vida de Pedro Saputo es la obra más popular del gran escritor aragonés que fue Braulio Foz. De ella se han hecho numerosas ediciones. Sin embargo, la que comentamos es una de las más cuidadas, tanto por la introducción que le acompaña como por las numerosas notas a pie de página.
            Ha sido responsable de la misma el Prof. José Luis Calvo Carilla, del que ya publicamos una semblanza en este blog, con motivo de una reciente visita a nuestro Centro del que ha sido Consejero y que, en la actualidad, forma parte del Consejo Asesor de nuestra revista Cuadernos de Estudios Borjanos.
            Por uno y otro motivo, aconsejamos esta edición que hará las delicias de quienes todavía no conocer una de las mejores novelas aragonesas de todos los tiempos y permitirá disponer de una obra de referencia a todos los seguidores de la obra de Foz, al que el Centro de Estudios Borjanos ha dedicado dos libros y un número especial de su revista. También colocamos una lápida conmemorativa en la fachada de la casa en la que murió, en la calle de la Concepción.

domingo, 12 de junio de 2011

Ante una nueva etapa

Casa Consistorial de Borja
            El pasado sábado día 11 tuvo lugar la constitución oficial de los ayuntamientos surgidos tras la jornada del 22 de mayo y la elección de los nuevos alcaldes.
            Como se hizo en el pasado, el Centro de Estudios Borjanos quiere hacer llegar su felicitación a las autoridades que asumirán las oportunas responsabilidades en esta nueva etapa, como consecuencia de la voluntad popular. Al mismo tiempo, reiteramos nuestro ofrecimiento de colaboración en aquellas áreas que guardan relación con la actividad del Centro, especialmente en la defensa de nuestro Patrimonio Cultural, un tema especialmente importante para nosotros.

Prosiguen las obras en el Museo de Santa Clara


            Poco a poco, el Museo de Santa Clara va consolidándose. Mientras se procede a la restauración de las piezas que serán expuestas, han comenzado los trabajos de adaptación de las distintas salas que lo integran.            Finalizada la obra civil hace ya tiempo, en estos momentos se está procediendo al panelado de todo el espacio interior y a la preparación de las vitrinas.
            Como ha sido norma desde que se inició el proyecto, las obras se financian con donativos de aquellas personas que han querido colaborar y la ayuda puntual de algunas instituciones.


            Afortunadamente, como puede apreciarse en las fotografías, se cuenta con un equipo de “especialistas” de primer orden que no han vacilado a la hora de realizar cualquier tipo de trabajo.

viernes, 10 de junio de 2011

Los castillos de las peñas de Herrera


            Una de las localidades más bonitas de nuestra comarca es, sin duda, Talamantes que, junto a sus monumentos, como la ermita medieval de San Miguel, destaca por la belleza del paraje en el que se encuentra enclavada. Su silueta, dominada por los restos de su castillo, se recorta sobre el fondo de las peñas de Herrera.


            Pero lo que muchos ignoran es que sobre estas agrestes rocas hubo otros dos castillos, conocidos con los nombres de Ferrera y Ferrellón. Ambos fueron destruidos a mediados del siglo XIV, durante la guerra que enfrentó a Castilla con Aragón, la llamada “Guerra de los dos Pedros”. El castillo de Ferrera o Herrera quedó arruinado para siempre, pero se reconstruyó el más pequeño que era el de Ferrellón.


            Aunque su recuerdo se ha desvanecido en el tiempo, aún quedan restos de los mismos excavados en la roca, como un aljibe o uno de los accesos.
            Desde la lejanía, las peñas asemejan la estructura de una fortificación, por lo que, en algunos lugares también son conocidas como “castillos de Herrera”, posiblemente sin saber que, efectivamente, sirvieron de base para dos posiciones avanzadas que defendían este parte de la Raya aragonesa.