A
algunas personas les ha llamado la atención la presencia de este pedestal
ubicado junto a la iglesia del convento de Santa Clara y se han interrogado
acerca de su cometido. Nosotros hemos evitado hasta ahora pronunciarnos sobre
este asunto, a pesar de que, en cierta manera, nos atañe.
Porque
el pedestal iba destinado a honrar la memoria del capitán D. Francisco Pradilla
y Ayerbe, cuya existencia dimos a conocer en el número 57 del Boletín
Informativo del Centro de Estudios Borjanos, correspondiente al tercer
trimestre de 1992. Nos encontrábamos entonces en plenas celebraciones del V
Centenario del Descubrimiento y la villa colombiana de Barichara se puso en
contacto con el Ayuntamiento de nuestra ciudad, pidiendo información sobre este
personaje que había sido el fundador de esa localidad, a finales del siglo
XVII. A raíz de aquel primer contacto, en el que se proponía que Borja fuera
“Madrina de Barichara” y que una representación municipal, acudiera a los actos
conmemorativos del 250 aniversario de su fundación (cosa que no llegó a
materializarse), nuestro Centro estableció una relación con la municipalidad de
Barichara, a la que seguimos remitiendo todas nuestras publicaciones, así como
al historiador Heriberto Silva, ya desaparecido. También organizamos una gran
exposición de artistas santandereanos en la Casa de Aguilar, en cuya
inauguración estuvo presente la Embajadora de la República de Colombia ante el
Reino de España, Excma. Sra. Noemí Sandín. Más tarde, el Grupo de Espeleología
Borjano visitó Barichara y, desde allí, nos trajo una serie de interesantes
recuerdos que conservamos con especial cariño.
El
pasado año, la figura del capitán Pradilla volvió a cobrar actualidad ya que la
Ruta Quetzal-BBVA tenía previsto recalar
en esa hermosa villa colombiana, en 2015, y con este motivo se propuso
descubrir sendos bustos de su fundador allí y en Borja. Aunque en esta ocasión
se quiso mantener al Centro al margen de estos acontecimientos, hemos seguido
con interés todo lo acaecido en torno a lo que considerábamos un merecido
homenaje a la figura de un ilustre borjano y, de hecho, informamos en su
momento de los trabajos de elaboración del busto.
Hace
algún tiempo nos llegaron las imágenes del solemne acto organizado con motivo
de la inauguración del monumento a Francisco Pradilla en el parque principal de
Barichara que fue remodelado, con una inversión de 95 millones de pesos.
El
acto, celebrado el pasado mes de agosto, estuvo presidido por el Alcalde de
Barichara Iván López Vesga y en el mismo estuvieron presentes el Embajador de
España Excmo. Sr. D. Ramón Gandarias Alonso de Celis, el que fuera Presidente
de la República de Colombia Excmo. Sr. Belisario Betancur Cuartas; y el
Subdirector de la Ruta Quetzal-BBVA D. Andrés Ciudad Ruiz. Lamentablemente no
hubo ninguna representación de la ciudad de Borja.
En
su intervención, el Alcalde de Barichara dedicó un cariñoso recuerdo a la
figura del fundador de la villa y nuestro Embajador resaltó la importancia de
este homenaje al que se había sumado el Reino de España que, según sus palabras
había donado el busto, aunque en otras declaraciones hizo referencia expresa al
Gobierno de España. No hemos podido conocer el texto que figura en el pedestal del monumento y, por lo
tanto, ignoramos si allí se hace mención a Borja, como parecería lógico.
Especialmente
significativas fueron las palabras del Ex Presidente Betancur quien hizo
alusión al capitán Pradilla como cabeza de una familia que ha dado a Colombia
toda una serie de destacados personajes, de los que no teníamos noticia y que,
sin duda, merecería la pena investigar, dado su origen borjano.
En este
enlace se ofrecen imágenes de este importante acto en el que era inaugurado el
monumento, cuya réplica sigue pendiente de ser instalada en la ciudad que vio
nacer a Francisco Pradilla y Ayerbe:
Sin
entrar en las circunstancias que provocaron esa demora y a pesar de que no
hemos tenido participación en este merecido homenaje, consideramos necesario
que, de la forma que se estime más conveniente, se proceda a la instalación del
busto que, de esta forma, se convertiría en el primer monumento público de
nuestra ciudad ya que el otro, dedicado al cardenal Casanova, se encuentra en
uno de los patios interiores de la Casa de Aguilar, a la espera de su definitiva
instalación en el claustro de la colegiata, como fue deseo expreso de la
donante.
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