lunes, 30 de noviembre de 2015

Cajas de juego en Ambel, Barcelona y Madrid



            En diversas ocasiones nos hemos ocupado de esta hermosa pieza, conservada en la iglesia parroquial de Ambel, en la que según la tradición llegaron a la villa algunas de las reliquias donadas, el 2 de julio de 1549, por el comendador de la Orden de San Juan de Jerusalén D. Pedro Monserrat.

            Sobre el origen la misma, su primitiva función e, incluso, sobre el material con el que fueron elaboradas las piezas que la recubren se han elaborado diversas teorías. En concreto, aún se sigue discutiendo si se trata de marfil o de hueso, ya que no tenemos constancia de que se haya realizado un análisis de las mismas ni que sobre este asunto se hayan pronunciado personas expertas. 




            El pasado 7 de febrero de 2015 dimos noticia de otra cajita, de características muy similares, que se exhibe en el Museo Nacional de Cataluña, al que llegó en 1945,
formando parte del legado de D. Martín Estany. Está catalogada como “caja de juegos con músicos” y datada en el siglo XV. Respecto a las placas se afirma que son de son “de marfil con restos de policromía y dorados”, colocadas sobre madera.


            Hablábamos entonces de otra caja existente en el Museo Arqueológico Nacional, de la que en aquellos momentos no teníamos imágenes. Con ocasión de un reciente viaje a Madrid tuvimos la oportunidad de fotografiarla y queremos mostrarla hoy, poniendo de manifiesto la similitud de las tres piezas.




            Está catalogada como “Caja de juego. Taller flamenco. Gótico. Siglo XV” y en la descripción se afirma que se trata de una “Caja de madera, revestida con planchas de hueso, decoradas con figuras humanas y animales; tablero de escaques en la cara de la base”, detalle este último que coincide con la de Ambel.
            Estas cajas no son ejemplos únicos, pues hay otros ejemplares similares en diversos museos y colecciones particulares. Sobre ellas, el estudio más importante es el del Dr. D. Ángel Galán y Galindo que lleva por título “Las arquetas de trovadores, canciones, música y amor. Desde Bagdad, a los trovadores medievales, pasando por Córdoba”, que aconsejamos consultar en el enlace siguiente:


            Una versión del mismo se publicó en el Boletín del Museo Arqueológico Nacional nº 27-28 (2009-2010). En ambos casos, incluye un amplio repertorio de piezas localizadas en distintos lugares. Entre ellas aparece la arqueta de Ambel de la que dice: “Caja de Ambel, obispado de Tarazona. Atribuida al siglo XV. La tapa presenta doce plaquitas de hueso con personajes músicos o danzantes. Cuatro caballeros, dos damas, un bufón y un tamborilero. La imagen (reproduce la cara superior), corresponde a la tapa, desconociendo dónde se encuentran las piezas del contorno del cuerpo. Procede la iglesia de la villa aragonesa de Ambel y se conserva en dependencias episcopales de la ciudad aragonesa”.
            Probablemente tuvo noticias de ella, a través del catálogo de la exposición “Aragón, Reino y Corona” que se celebró en el Centro Cultural de la villa de Madrid durante los meses de abril y mayo de 2000, en el que aparecía reproducida, sin ficha catalográfica y con mención de procedencia como “obispado de Tarazona”. Como nuestros lectores conocen y aquí hemos hablado de ella en varias ocasiones, la caja o arqueta sigue estando en la iglesia de Ambel, con todos sus paneles. Por ello, si la hubiera visto, habría podido percatarse de la escena de caza del jabalí, un motivo frecuente al que él hace referencia. 




            En ese trabajo se reproduce la imagen de una caja existente en el Germanisches National Museum de Nuremberg que aquí insertamos junto con la de Ambel ya que, prácticamente son iguales.
            El Dr. Galán se inclina por considerar que todas estas piezas fueron realizadas en área provenzal-catalana, descartando que tengan su origen en el conocido taller de la familia genovesa Embriacci que se trasladó a Venecia, en el siglo XIV, adoptando el apellido Embriacchi. Se basa para ello en que el trabajo de este taller se realizaba en marfil, mientras que las obras que estamos considerando son de hueso y con escenas predominantemente juglarescas, un tanto alejadas de la temática de los Embriacchi.
            En cualquier caso, el tema no está cerrado y el citado autor reconoce que otros estudiosos han propuesto múltiples orígenes. Como ejemplo, podemos citar el caso de la caja del Museo Arqueológico Nacional que el Dr. Galán señala que es del siglo XV, atribuida a Italia pero que en la cartela de la nueva instalación de ese museo, que acabamos de ver, se cataloga como de “taller flamenco”. 

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