Cuando, recientemente, hablamos de D. Jerónimo Borao y de D. Protasio Gracia ilustrábamos el artículo con esta imagen que ha despertado interés entre nuestros lectores, por lo que hemos creído conveniente, recordar su origen y lo que representa.
Procede del archivo de la
familia Sánchez del Río, que fue donado al Centro de Estudios Borjanos. En el
ángulo superior derecho se ven las iniciales “TS” entrelazadas que pueden
corresponder a D. Tomás Sánchez Saldaña (1857-1926), que fue Alcalde de Borja
en dos etapas.
Corresponde a uno de los
acontecimientos religiosos más importantes vividos en Borja, tras el I
Centenario de la Virgen de la Peana: la gran romería comarcal que, en 1900, se
llevó a cabo al Santuario de Misericordia, por iniciativa del entonces obispo
de la diócesis, D. Juan Soldevila y Romero, que posteriormente fue arzobispo de
Zaragoza y cardenal, muriendo asesinado a manos de un anarquista el 4 de junio
de 1923.
La
romería se enmarcó dentro de los actos organizados con ocasión de las
celebraciones del Año Jubilar, decretado por el Papa León XIII. Para su
organización se constituyó en Borja una comisión presidida conjuntamente por el
arcipreste D. Protasio Gracia y el Alcalde de la ciudad D. Gaspar Otegui, cuyo
secretario fue D. Joaquín Alfaro.
De los
actos que tuvieron lugar nos ha quedado una crónica incluida en la obra Santuario de Misericordia, de D. Ramón
María Garriga y Nogués, publicada en 1902, así como otros impresos que guarda
el Centro de Estudios Borjanos y que queremos dar a conocer.
El
primero es la hoja circular, fechada el 20 de mayo de ese año, en la que la
Junta organizadora anunciaba la celebración de la romería el día 4 de junio,
lunes de Pentecostés. Impresa en la Tipografía Salas de Zaragoza, se hace
alusión en la misma al Año Santo y a la tradición de realizar peregrinaciones a
los santuarios marianos, pidiendo por diversos motivos, entre los cuales se
cita expresamente el de la “libertad del Papa Rey”. Hay que tener en cuenta
que, tras la creación del reino de Italia, los Estados Vaticanos habían sido
anexionados al mismo y el Papa confinado en la Ciudad del Vaticano, hasta que
la firma del concordato entre Pío XI y Mussolini no resolvió definitivamente
esta cuestión que se prolongó en el tiempo.
Es
llamativo el que, en la hoja, se cite reiteradamente a la “Virgen de la
Misericordia”, cuando el título habitual utilizado en Borja ha sido el de
“Virgen de Misericordia” y así se refiere a ella D. Ramón Manuel Garriga en la
obra a la que hemos hecho referencia, coetánea a este impreso.
Por otra
parte, se utiliza como gentilicio el de “borjenses”, en lugar de “borjanos”. En
este sentido, no era infrecuente el hacer un alarde de cultismo y emplear, a veces, el de “belsinonenses”, pues se
asociaba a Borja con la antigua Belsinon,
en lugar de Bursau, identificación
posterior que ha estudiado el Dr. Aguilera.
Otro
impreso, editado poco después fue el del programa de la Romería que se cumplió,
salvo algunas modificaciones que vamos a señalar.
Como
preparación de la romería se celebró un triduo en Santa María durante los días
1, 2 y 3 de junio, comulgando el último día más de 600 personas. Al mediodía de
esa misma fecha hubo repique general de campanas y, entre nueve y diez de la
noche, un bandeo continuado, mientras se iluminaban los balcones y ventanas de
muchas casas.
Todavía
no había amanecido cuando el primer grupo de romeros partió de Borja, a las
cuatro de la madrugada, desde la parroquia de
San Bartolomé. Estaba integrado por las cofradías de San Bartolomé, San
Sebastián y Santa Lucía, con sus estandartes, y presidido por dos sacerdotes.
A las
cinco de la madrugada, salieron de Santa Clara las Hijas de María con su
estandarte, las Conferencias de San Vicente de Paúl (sección de mujeres) y las
Escuelas Dominicales con todas sus alumnas. Al frente iban otros dos
sacerdotes.
Finalmente,
a las cinco y media, iniciaron la marcha desde la iglesia de Santa María, el
resto de las cofradías, todos los devotos que quisieron sumarse y los miembros
de la corporación municipal y la Junta organizadora, llevando los estandarte de
la Virgen de la Peana y de la Romería, este último portado por el Teniente de
Alcalde D. Rafael Nogués. Con ellos iba el resto de sacerdotes de la ciudad.
A la
entrada del Santuario se reunieron todos los grupos, dirigiéndose al templo,
acompañados por la música, mientras los sacerdotes entonaban el Ave Maria
Stella. Allí el Sr. Obispo celebró una “Misa rezada”, asistido por el canónigo
penitenciario y el cura ecónomo de San Bartolomé.
A los romeros
procedentes de Borja se sumaron los llegados de Ablitas, Agón, Ainzón, Alberite
de San Juan, Albeta, Ambel, Bisimbre, Bulbuente, Bureta, El Buste, Cortes de Navarra,
Fréscano, Fuendejalón, Magallón, Maleján, Mallén, Malón, Pozuelo de Aragón y Vera
de Moncayo. Cada localidad llegó con sus estandartes y con la presencia de sus
autoridades civiles y eclesiásticas. Los de Malón, en número de 400, vestían
hábito de penitencia y llevaban la milagrosa imagen de su Cristo crucificado. De
Ablitas aún se conserva el estandarte en el presbiterio de la iglesia del
Santuario, donde fue colocado frente al de Borja. Según las crónicas, aquel día
se reunieron en Misericordia unas 7.000 personas.
La
fotografía que daba origen a este artículo corresponde a la Solemne Misa que se
celebró en el exterior del templo, sobre un altar con la imagen de la Virgen,
vistiendo su tradicional manto. La ofició el canónigo doctoral del cabildo de
Tarazona, asistido por los coadjutores de Santa María, corriendo el sermón a
cargo del P. Gabriel Palau S. J. un hombre que llegó a desempeñar un importante
papel en la Compañía de Jesús.
Como ya
comentamos, en la fotografía puede verse frente a los oficiantes, a un
personaje sentado, con traje académico y tocado con birrete, que era D. Ramón
Manuel Garriga, catedrático de la universidad de Barcelona, de la que fue
también rector.
Al
término de la Misa, el Sr. Obispo, leyó la consagración al Sagrado Corazón de
Jesús, según la fórmula compuesta por el Papa León XIII. Por la tarde, estaba
prevista la ascensión al Calvario pero, según las crónicas, a las 15,30 se rezó
el Santo Rosario en la iglesia y, tras el canto de la Salve, se inició el
regreso a los lugares de procedencia de los romeros. Cuando llegaron a Santa
María los de Borja, tuvieron conocimiento del telegrama que el Secretario de
Estado, cardenal Rampolla, les había dirigido: “Agradeciendo homenaje
peregrinos Santuario de Misericordia, Su Santidad les bendice paternalmente”,
acogido con “Vivas” a Jesucristo, a la Virgen de Misericordia y al Sumo
Pontífice.
En
nuestro archivo conservamos también estos dos impresos. Una “Plegaria a la
Virgen” y el himno oficial de la Romería, cuya letra es extraordinariamente
marcial y recuerda a la marcha de San Ignacio de Loyola, compuesta por el P.
Otaño en 1880. De hecho, los jesuitas tuvieron un papel relevante en la romería
borjana, pues también predicaron en los tres días del triduo.
Finalmente,
debemos recordar que como permanente recuerdo de este magno acontecimiento, se
dio el nombre de “Romería” a la calleja de la Cal, aunque lamentablemente fue
eliminado, no hace muchos años, recobrando el primitivo.





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