Es
tradicional que, tras el canto de la Aurora y del rezo del Santo Rosario, con
los que se inician los actos de la fiesta de San Bartolomé, los participantes
en los mismos se reúnan en un desayuno de hermandad que este año decidieron
celebrar en la Casa de Aguilar.
Aquí
se dieron cita algunas de las mayordomas de este año, luciendo sus vistosas
camisetas y la placa con la imagen del Santo, de la que nos entregaron una para
nuestro archivo. También asistieron veteranos de la cofradía y fervientes
devotos, dispuestos a dar buena cuenta del café con leche y los roscones que
habían preparado para la ocasión.
Los
roscones eran muchos pero, haciendo estas fotografías, nos distrajimos un poco
y cuando quisimos probarlos tuvimos que contentarnos como el pobre Lázaro con
las migas que habían quedado sobre la mesa.
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