El 2 de agosto de 1867
nació en Borja D. Ángel Pereda Matud.
Era hijo de D. Manuel Pereda Ruiz, que acababa de ser nombrado Maestro de
Capilla de Santa María, y de Dª. Juana Matud. Comenzó los estudios musicales
bajo la dirección de su padre, para marchar después a Zaragoza, donde fue
alumno del gran organista D. Francisco Anel y de D. Domingo Tabuenca. Llegó a
ser un excelente compositor, organista y barítono al que tan solo su excesiva
humildad y falta de empuje le impidieron alcanzar el éxito para el que le
sobraban facultades.
Dejó
numerosas obras religiosas y profanas. Entre las primeras destacan el Himno a la Inmaculada, premiado en un
certamen convocado por el Liceo Artístico de Tuy y un espléndido Miserere a cuatro voces para masas corales.
Entre las segundas, merece recordarse el Himno
del Árbol, con letra de D. Baltasar González, que fue adoptado como himno
oficial para las celebraciones que tenían lugar en toda España durante las
jornadas organizadas para despertar el amor a la Naturaleza, a través de la
conocida como “Fiesta del Árbol”. Junto a ellas, otras muchas composiciones de
tema local como el pasodoble Viva Borja o las zarzuelas Una y no más… y la famosísima No
se pescan truchas.
Como
barítono, su portentosa voz le convirtió en solista del Orfeón de Pamplona, con
el que participó en numerosos conciertos por toda España. Destacó también como
organista, desempeñando este cometido en Olite, de donde vino a Borja en 1900
para sustituir a su padre como Maestro de Capilla. Aquí transcurrieron sus
últimos años, en los que la figura de Pereda llegó a alcanzar la categoría de
mito. Falleció en Borja el 18 de mayo de 1919 y el 29 de abril del año
siguiente la corporación municipal que presidía D. Rodolfo Araus tomó el acuerdo
de dar su nombre al denominado “barrio de la Acequia” o “calle de los Cerezos”
(ahora calle de Tejadas), pero no llegó a hacerse efectivo. Sí la tuvo, desde
1949, su hermano José María, el querídisimo “mosén Pepe”, aunque le fue
retirada, junto con las dedicadas a otros sacerdotes borjanos, como
consecuencia de una desafortunada decisión.
El 2 de agosto de 1942
falleció en Borja D. Juan Antonio Alzola
Aguilera. Aquí había nacido en 1868 y, tras cursar la carrera de Medicina
en la universidad de Zaragoza, ejerció como médico titular durante toda su
vida.
El 2 de octubre de 1923
fue nombrado Alcalde de la ciudad, en sustitución de D. Rodolfo Araús,
ejerciendo el cargo hasta el 26 de noviembre de 1926. Volvió a ser elegido el
27 de marzo de 1930, cesando al ser proclamada la II República. Fue un gran
médico y hombre de extremada rectitud, que no vaciló en anteponer los intereses
de Borja a los propios, algo sumamente meritorio para un hombre que, como médico,
dependía de la voluntad de sus pacientes. Por eso, su familia comentaba en
torno de reproche que el único patrimonio que le quedaba, tras su paso por la
política, era la vara de alcalde que le habían regalado. Era primo hermano del
cardenal Casanova y a él le correspondió atenderle durante una de sus visitas a
Borja.
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