martes, 7 de febrero de 2017

Efemérides del 7 de febrero


         El 7 de febrero de 1824 nació en Borja D. Romualdo Nogués y Milagro. Era hijo del Teniente Coronel D. Teodoro Nogués, militar destacado en la Guerra de la Independencia que murió cuando el niño tenía ocho. Esta circunstancia y el fallecimiento de un hermano gemelo, al cumplir un año, marcaron la vida de este ilustre borjano.

         Porque, D. Romualdo Nogués fue uno de los personajes más relevantes de nuestra ciudad. Militar de profesión, alcanzó el grado de General de Brigada pero, fundamentalmente, su figura es recordada por ser autor de varias obras que firmó con el seudónimo de “Un soldado viejo natural de Borja”.




         Especial interés tienen las tres series de sus memorias, recopiladas recientemente en una magnífica obra, publicada por Analecta Editorial, en colaboración con la Fundación Lázaro Galdiano y la Institución “Fernando el Católico”, con el título de Memorias y reflexiones de un general erudito. A través de ellas se ofrece una documentada panorámica de la España del siglo XIX, teñida por el desencanto de un hombre extremadamente crítico con la realidad militar de su tiempo.




         Por otra parte, cultivó el género costumbrista con una serie de libros en las que las referencias a Borja y su entorno son constantes. También alcanzaron especial difusión sus cuentos, reeditados en varias ocasiones. No podemos dejar de resaltar su faceta de coleccionista de obras de Arte, dentro de la cual también alcanzó especial relieve. Algunas de las obras que reunió pudimos admirarlas cuando, en compañía de miembros de la familia Ojeda (familiares directos del general), visitamos el Museo Lázaro Galdiano, otro gran coleccionista y mecenas, del que fue amigo.



         D. Romualdo Nogués contrajo matrimonio con Dª Francisca López Pereira, con la que tuvo tres hijos. Su esposa y dos de los niños murieron muy pronto, sobreviviendo únicamente Teodoro, que llegó a ingresar en Infantería de Marina y con el que se mantuvo muy unido aunque, lamentablemente, lo vio morir en 1891, tras una larga y penosa enfermedad.

         El general falleció en su casa de Madrid el 4 de marzo de 1899 y sus restos, junto con los de su hijo, reposan en el cementerio de Borja en una tumba sin inscripción, por deseo expreso suyo. Sin embargo, la ciudad le recuerda desde que, en 1987, el M. I. Ayuntamiento le dedicara una calle. Por su parte, el Centro de Estudios Borjanos ha procurado reunir todas sus obras y ha editado diversos trabajos relacionados con su figura y su producción literaria, estando pendiente la publicación de la tesis doctoral de Dª Blanca Blasco Nogués, también relacionada familiarmente con este destacado borjano.

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