El parque de San Francisco ha sido uno de los espacios más hermosos de nuestra ciudad, al que dedicaremos atención especial próximamente, debido a su lamentable estado. No obstante, dentro de esta serie dedicada a las fuentes de Borja, queremos hacer referencia a las existentes en él.
Cuando se creó el parque, a mediados del siglo XX, frente a una de sus entradas que, en aquellos momentos, presentaba este aspecto, fue instalada una pequeña fuente en forma de cesta de la que manaba agua abundante.
Más tarde se le dotó de un grifo, aunque siguió disponiendo de suministro de agua. La fuente padeció los efectos del vandalismo y destruyeron su arco que fue reconstruido, aunque ya sin agua.
En la actualidad, la fuente ha dejado de cumplir su cometido original y sirve de alojamiento a todo tipo de desperdicios.
Junto a ella se instaló, siendo alcalde D. Luis María Garriga, una fuente de fundición moderna que tampoco se encuentra en muy buen estado, habiendo sido privada de uno de sus grifos.
Otro elemento decorativo del parque era un pequeño estanque, con un surtidor en el centro. En la fotografía que ofrecemos ya no funcionaba el surtidor, aunque puede apreciarse el quiosco que, para la música, existía en sus proximidades.
Siendo alcalde D. Luis María Garriga, el conjunto sufrió una importante transformación, con el resultado que se aprecia en esta imagen. El estanque fue rodeado por esa pérgola, de ladrillo y madera, de cuyo centro pende un farol.
El estanque fue recrecido con una hilera de ladrillos a sardinel y, en el centro del mismo, se colocó una figura de hierro fundido, desde cuya parte superior fluía el agua.
El conjunto de fuentes se completa con esta de características similares a la anteriormente reseñada, cuyo estado tampoco es el más adecuado.
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