sábado, 1 de octubre de 2011

Un interesante documento gráfico





            Un colaborador del Centro nos acaba de entregar esta fotografía recogida en el cubo de basura de un centro público de Borja, la cual ha "reparado" José María Belsué, limpiando algunas manchas que tenía.
            Se trata de un documento de indudable interés ya que, con su ayuda, hemos podido identificar  a qué corresponde y a algunos de los personajes que aparecen en él.
            En  1924 había iniciado sus actividades en Aragón la obra de Homenaje a la Vejez, organizada por la Caja de Previsión Social, el primer precedente del actual sistema de pensiones.
            Cada año se organizaban en diferentes localidades unos actos, en los que se tributaba público reconocimiento a los ancianos que habían accedido a la condición de pensionistas. Al mismo tiempo se hacían entrega de unos donativos a los más desfavorecidos.



            A uno de esos actos que tuvieron lugar, a finales de esa década, corresponde la fotografía. Conocemos el nombre del anciano homenajeado, que viste a la antigua usanza. Se trata de D. Justo Ruiz “Curnio” que había sido el encargado de encender los faroles de gas que iluminaban las calles borjanas, hasta la llegada de la electricidad. Aparece flanqueado por dos niñas de las Escuelas que solían tomar parte en los homenajes.

Jesús Custardoy
Jesús Pellicer


            No hemos podido identificar a la homenajeada, pero sí a los niños que le acompañan. El que está a la izquierda de la foto es D. Jesús Custardoy, el gran impulsor de las fiestas del Carmen, fallecido hace poco tiempo, mientras que el de la derecha es D. Jesús Pellicer que llegó a ser alcalde de la ciudad, en dos ocasiones y falleció en 1989. Teniendo en cuenta que este último nació en 1918, podemos orientarnos sobre la fecha en que fue tomada la fotografía.
            De lo relatado se deduce el interés que un documento de estas características puede tener para nuestra pequeña historia local. De ahí, nuestra recomendación de que nunca se destruyan estos pequeños recuerdos, por insignificantes que parezcan y, mucho menos, cuando proceden de una institución pública. Es preferible hacerlos llegar al Centro de Estudios Borjanos donde todos estos materiales son cuidadosamente conservados.

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