A
escasa distancia del casco urbano de Borja, junto a la carretera que conduce al
Santuario de Misericordia se levanta la ermita del Sepulcro donde,
antiguamente, daba fin un Vía Crucis que jalonaba el camino existente en lugar
de la actual carretera.
Aquí
tiene lugar, en la tarde del Domingo de Pascua, la ceremonia de la Salve Galana con
la que se pone fin a nuestra Semana Santa.
El
acto, de gran sencillez, congrega a un buen número de personas que acuden a
felicitar a la Virgen en el día gozoso de la Resurrección de su Hijo.
Inicialmente, era una pequeña fiesta de la juventud, con participación de los
niños de la escolanía de la colegial quienes entonaban esa Salve galana. La tradición
se sigue manteniendo viva y este año volvió a ser cantada la Salve, precedida
de una monición por parte del Párroco de Borja D. Carmelo Roy.
En
la ermita se veneraba una imagen de Cristo yacente, realizada en terracota,
obra del escultor bilbilitano Gregorio de Mesa. Tras diversos actos vandálicos
y robos perpetrados en la ermita, se decidió trasladarla al Museo de la
Colegiata, donde ahora puede contemplarse esta interesante pieza. No
obstante, se realizó un vaciado de la misma y se mantuvo la imagen de la Virgen
dolorosa que la acompañaba.
En
este caso, se trata de una imagen de vestir a la que los asistentes dedican
especial atención, dado que es, como hemos señalado, la protagonista de este
día de alegría pascual.
Afortunadamente,
el buen tiempo acompañó a los animosos devotos que no dudaron en realizar la
corta, pero penosa, ascensión hasta el lugar. Entre ellos se encontraba Enrique
Lacleta quien nos ha enviado las fotografías que ilustran este artículo, junto
con otras de días pasados que, dado su interés y belleza, intentaremos dar a
conocer próximamente.
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