viernes, 30 de marzo de 2018

Buen tiempo y mucha concurrencia en los desfiles procesionales



         El buen tiempo ha acompañado hasta ahora el desarrollo de los desfiles procesionales de la Semana Santa borjana, lo que ha facilitado la presencia de un público numeroso como el que ayer se concentró para presenciar la llamada “Procesión de los Cristos” que, como hemos señalado en otras ocasiones es la más antigua de Borja, de la que existen constancia escrita desde la primera mitad del siglo XVII.






         La procesión partió a las nueve de la noche de ayer desde el claustro de la colegiata de Santa María, encabezada por la cofradía de San Juan Evangelista, con su Agrupación de Cornetas, Tambores y Bombos. La incorporación de esta cofradía, así como la de San Sebastián y la Verónica es relativamente reciente, pues con anterioridad al año 1970 no participaban en ella.




         A continuación desfila la cofradía de “Cristo Nuestro Señor en el Huerto y de las Almas del Purgatorio”, llevando el paso correspondiente al primer Misterio Doloroso. Se da la circunstancia de que esta cofradía fue creada en 1719 para intentar paliar los problemas que se suscitaban entre los “hombres mozos” a la hora de sacar el paso que no era el que ahora participa en la procesión, sino el conservado en una capilla del claustro de la colegiata.




         Desde sus inicios, la cofradía de San José es la encargada de llevar el paso de Jesús atado a la columna o de la “Flagelación del Señor”, una interesante imagen que originalmente se conservaba en la capilla de la cofradía, hasta que dispuso de una propia.






         El paso de Cristo coronado de espinas, conocido popularmente como “Cristo de la caña” lo lleva la cofradía del Carmen, cuyos miembros visten amplias capas blancas, con capirote del mismo color y hábito marrón.





         El cuarto Misterio, Jesús con la cruz a Cuestas corre a cargo de la cofradía de San Antón que viste hábito negro y capirote morado con la “tau” al pecho. Este paso participó el miércoles en la ceremonia del Encuentro, como hemos comentado en otro reportaje.




         Finalmente, el paso correspondiente a la Crucifixión del Señor era llevado por los hombres de la Acción Católica, encargándose después la cofradía de las Almas que es la única que, en Borja, se cubre con terceroles de color negro, como el hábito en cuyo lateral figura una gran cruz blanca.




         Presidió la procesión el Párroco D. Carmelo Roy Blasco que iba acompañado por representantes de todas las cofradías borjanas.





         Cerraba la comitiva la cofradía de San Sebastián y la Verónica con su Agrupación de Cornetas, Tambores y Bombos, cuya salida de la colegiata, al igual que ocurre con la de San Juan, es espectacular porque el suave sonido de sus tambores en el interior del claustro, se convierte en ruido atronados cuando hacen su irrupción en el exterior.




         Cuando, hasta hace unos años, se instalaba el Monumento en todos los templos de la ciudad, la procesión los iba recorriendo, rezando una estación en cada uno de ellos, en los que entraba el paso de la Crucifixión. Esa tradición se mantiene ante la antigua parroquia de San Bartolomé, donde los miembros de la cofradía que lo tiene por titular, esperan la llegada del cortejo con velas encendidas y con la bandera que porta el Secretario de la misma.




         Es digno de ser resaltado el elevado número de cofrades que se han ido incorporando a nuestros desfiles procesionales, muchos de ellos jóvenes e incluso niños, a los que ayer pudimos ver llevando sus cirios con gran seriedad.

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