Al
recordar la historia del legendario ferrocarril de Cortes a Borja se suele
aludir a su trazado, sus estaciones o al material de la línea. Pero, detrás de
todo ello, hubo unos hombres que, como en toda empresa, hicieron posible su
funcionamiento y, lo que es más importante, derrocharon ingenio para suplir las
graves carencias a las que tuvieron que enfrentarse.
Hoy queremos recordar a uno de ellos, a D. Mariano Oliveros, que fue maquinista y llegó a ocupar el puesto de Jefe de Tracción del ferrocarril, a través de las fotografías que nos ha facilitado D. Ramón Andía. En esta primera aparece junto a una de las locomotoras y está fechada el 17 de octubre de 1936.
Esta
otra lleva fecha de 25 de septiembre de ese mismo año y en ella se puede ver al
Sr. Oliveros, con el mismo atuendo, en los talleres de la estación de Borja,
apoyado en lo que parece ser el cabrestante que sostiene una rueda.
No
es una foto buena, pero hemos querido darla a conocer ya que en ella se ve al
automotor C1, el “Tractocarril” construido en los propios talleres de Borja a
partir de un coche de 3ª clase al que se le añadió una cabina de conducción y
un motor de gasolina, adquirido de segunda mano, que se alojaba en una prolongación
alargada, por lo que popularmente este peculiar vehículo, que vemos en la imagen
en el foso de los talleres, con el nombre de “Morrotocino”.
Finalmente,
en esta otra fotografía aparece el Sr. Oliveros, con toda su familia,
disfrutando de un día de descanso en el Santuario de Misericordia.
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