Uno de los aspectos de nuestro
patrimonio que merecerían una mayor atención es de la Heráldica, cuestión que
hasta el momento no ha sido abordada de manera sistemática. En este blog dimos
a conocer en su momento la relación completa de las piedras armeras existentes
en todos los municipios de la zona.
Pero hay también muestras significativas en los retablos de muchas iglesias y éstos no han sido catalogados convenientemente. En la reciente visita a la iglesia parroquial de Mallén nos fijamos en algunos de los que allí había.
En el ático del retablo de la Inmaculada
Concepción está el que muestra la imagen, que, como indica la cartela que lo
acompaña, corresponde a las armas de quienes lo financiaron: D. Miguel Galbán y
Lucindo y Dª. Josefa Jaca y Frontín, su esposa.
Como puede apreciarse, se trata de un
escudo partido que, en el cuartel diestro tiene las armas de los Galbán y en el
siniestro las de los Jaca.
Las de los primeros son tres estrellas
de plata sobre campo de gules y, en jefe, un creciente ranversado también de
plata. En cuanto a los Jaca, no distinguimos sus piezas. En principio, vemos
una torre o castillo y, en gules, dos cruces. Pero, dejamos su interpretación a
nuestro experto D. Raúl Rivarés.
Rematando el retablo de San Sebastián
se encuentra este obro escudo que, en el inventario del Patrimonio Artístico
Religioso de Mallén, es descrito de forma bastante imprecisa y poco ajustada a
las normas heráldicas como “can rampante sobre un árbol del que, en su parte extrema,
cuelga un escudo con tres barras verticales”, afirmando que pertenece “a la
familia que sufragó los gastos de capilla y retablo”.
Sin embargo, no se precisa qué familia
era esa, sino que al referirse a la capilla, los autores del citado inventario
afirman que “era propiedad de los Lamata, una de las familias hidalgas de la villa”.
Que efectivamente corresponden a los
Lamata, lo demuestra la coincidencia del blasón con el que aparecía en la casa
que esa familia tenía en la plaza, donde tras ser derribado fue construido el
actual casino. De ello, dimos noticia en este blog, con informaciones facilitadas
por D. Tomás Espeleta y D. Mariano Ibáñez Lamata, descendiente de esa familia.
Entre las numerosas variantes de
blasones usados por la familia en los diversos lugares por los que se extendió,
hemos encontrado que los Lamata de Alagón usaron uno en el que, sobre campo de azur,
había un árbol al natural, con un león de oro empinado al tronco y, en punta
del mismo, un escudete de oro con cuatro palos de gules.
Prácticamente coincide con los de
Mallén, salvo que el león, allí parecer ser un perro. En cuanto al escudete, en
el retablo son tres los palos de gules, mientras que en el escudo de la casa
son cuatro. Además, en uno y otro caso, están orlado por bordura de oro con
ocho aspas de gules.
No queremos dejar de mencionar la lauda
sepulcral que el comendador de Mallén D. Leandro Salvador y Pardo, mandó
colocar en recuerdo de su hermano Agapito, fallecido combatiendo en la mar
contra los turcos. La lauda lleva fecha de 1669 y en ella aparecen las armas
del fallecido, con la cruz de ocho puntas de la orden, acolada como era
habitual.
Aunque se trata de un escudo complejo y
cortado, nos parece que, en jefe, aparecen dos cuarteles con las armas de los
Pardo. Un águila de sable coronada de oro y tres velas o hachones de sinople,
encendidos. En teoría, los cuatro cuarteles inferiores deberían corresponder a
los Salvador, pero no podemos distinguir sus piezas.
A la vista de las dificultades
encontradas, nos animamos a proponer la realización de un inventario detallado
de esa heráldica presente en retablos y sepulcros, tan descuidada hasta estos
momentos.
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