Entre las diferentes colecciones que edita Prames, una de ellas lleva el nombre de “Las tres sorores”, con una serie dedicada a narrativa, de la que forma parte El silencio del corazón, de José Giménez Corbarón, que ha aparecido este año y nos acaba de facilitar la Librería Sancho, siempre atenta a las novedades.
José Giménez es un conocido escritor
aragonés, nacido en Zaragoza en 1952, licenciado en Filología inglesa, que ha
ejercido la docencia en diversos institutos y es autor de varias obras que han
tenido gran aceptación, como lo demuestran las diferentes ediciones de las
mismas.
La novela que nos ocupa, tiene como hilo
conductor a una profesora de Secundaria que deja constancia en su diario de las
experiencias vividas entre 1991 y 2020, lo que le permite al autor trazar un
apasionante cuadro de un mundo variado con ese estilo que le caracteriza en el
que mezcla realismo con lirismo y metaliteratura.
También en la colección “Las tres
sorores”, pero en la serie dedicada a poesía, ha aparecido el poemario Cuadernos
Carver, de Ignacio Corral Tous, ilustrado con fotografías de Enrique
Radigales, con el que ya había publicado Suburbio. La perfecta síntesis
entre imagen y poesía nos permite disfrutar de la obra de este “aprendiz de escritor
que se quedó en poeta”, como se define él mismo, que nació el 25 de abril de
1967; y del trabajo de un artista que ha sido pionero en el Net.Art y en los
lenguajes digitales, cuya obra fotográfica ha estado presente en importantes
espacios.
También de Prames, pero de la colección
“Revirol temas” es la obra Los colmillos de Dios, de Javier Casasús
Latorre. En ella se novela una interesante historia, de la que es protagonista
una joven occitana que tiene que huir de su tierra natal, inmersa en la represión
de los cátaros, para buscar refugio en Aragón. La acción transcurre durante el
reinado de Jaime I y, a través de ella, se recrea los acontecimientos de un
confuso período en el que los intereses de la Iglesia se entrecruzan con los de
la monarquía aragonesa, antes que la tragedia alcance su cenit.
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