Entre los libros remitidos por la Institución “Fernando el Católico” se encuentra uno muy especial, que firma Víctor Lahuerta. Lleva por título Culpable para un delito, un film de José Antonio Duce en la Zaragoza de 1966 y va acompañado con un DVD de esa emblemática película, surgida de Moncayo Films, la productora que pusieron en marcha un entusiasta grupo de cinéfilos zaragozanos, entre los que se encontraba el Dr. D. Emilio Alfaro Gracia, Cronista Oficial de la ciudad de Borja y Consejero de este Centro, entre otras muchas cosas.
Porque, aunque el director de la película,
que tuvo como protagonista a Hans Meyer, fue José Antonio Duce, el autor del
argumento y del guion cinematográfico fue Emilio, el cual aparece en muchas de
las fotografías que ilustran la obra, en la que también aparece una reseña
biográfica.
El libro es sumamente interesante, con
amplia información sobre su rodaje y la localización de los escenarios en los
que se llevó a cabo, pero también presta especial atención a todo lo que fue
Moncayo Films y al entorno histórico en el que surgió.
Continúa la publicación de las memorias
de Faustino Casamayor que, en esta ocasión, comprenden los acontecimientos
vividos por el protagonista durante los años 1824 y 1825, con un estudio
introductorio del Prof. D. Álvaro París, catedrático de Historia Contemporánea de
la Universidad de Salamanca.
Como, en todos los volúmenes anteriores
que hemos comentado en este blog, ofrece numerosas noticias de lo acaecido en
la capital aragonesa durante ese período, pero en una rápida lectura también
hemos encontrado referencias más cercanas a nosotros.
Entre ellas, la salida de 200
voluntarios del batallón de Miralletas, el 2 de julio de 1824, en dirección a
Borja, Tarazona y Calatayud, para perseguir a las cuadrillas de ladrones y forajidos
que proliferaban por los caminos de esas zonas.
Los continuos cambios experimentados en
la situación político, convertían en perseguidos a los anteriores
perseguidores. Así, el capitán de la milicia de Caballería José Ortiz fue
confinado en Gallur, tras acogerse al indulto decretado.
Hay referencias a personajes que, en
algunos casos, nos resultan desconocidos, como el Dr. D. Jaime Navarro y
Benavente, canónigo, que era natural de Añón. De Ainzón era otro canónigo, el
Dr. D. Pedro Lázaro, que había estudiado en la Universidad de Cervera y ocupado
plaza de canónigo lector en Tudela. Otro canónigo de la Seo al que se recuerda
era D. Miguel Mareca, natural de Tabuenca, del que se ofrece una breve
biografía.
Se da noticia del fallecimiento de D.
José San Gil, acaecido en Zaragoza el 28 de septiembre de 1824, tras una breve
enfermedad. Fue sepultado en la iglesia de San Gil. Había sido Diputado por
nuestra ciudad, de la que era natural, en las Cortes de Cádiz.
En aquellos tiempos, eran miembros de
la Real Maestranza de Caballería, D. Mariano de Estage, Peralta y Balda, conde
de Torreflorida que, además, era síndico del Ayuntamiento de Zaragoza. También
pertenecía a esa ilustre corporación el capitán D. Mariano López de Heredia
Azlor de Aragón, conde de Bureta. Como se recordará para ser maestrante es
preciso probar la nobleza de los cuatro apellidos, cosa muy difícil en la actualidad.
Otro de los personajes mencionados es
D. Francisco Amar y Borbón, al que dedicaremos otro artículo, dada su especial
relación con nuestra ciudad.
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