viernes, 25 de julio de 2025

In memoriam. Don José Antonio Preciado Alfaro

         A la edad de 94 años falleció el pasado miércoles, en Novillas, D. José Antonio Preciado Alfaro, que había nacido en Alfaro el 27 de noviembre de 1930. Cursó los estudios eclesiásticos en el seminario de Tarazona, diócesis a la que entonces pertenecía su localidad natal, siendo ordenado presbítero el 27 de abril de 1957.

 

 

         Inmediatamente después fue destinado a Borja, como coadjutor de la parroquia de Santa María, a la que llegó el 8 de mayo de 1957. Aquí supo granjearse el afecto de todos, especialmente entre los jóvenes a los que dedicó su actividad pastoral.


         Fue capellán del Colegio de Santa Ana, director de la Congregación Mariana y profesor de Latín en el Colegio de Ntra. Sra. del Carmen, donde nos inició en los rudimentos de esa lengua a todos los que cursábamos los estudios de Bachillerato en ese singular centro docente.

 

         Por eso causó gran impacto su traslado como Ecónomo a la parroquia de Los Fayos, donde tomó posesión el 26 de febrero de 1960, acompañado por muchos borjanos que se desplazaron expresamente hasta allí.


         Poco duró su ausencia, ya que el 16 de febrero de 1961, volvió como coadjutor a la parroquia de Santa María de Borja, donde permaneció durante 31 años. Una larga etapa en la que ejerció como profesor de Religión en el Instituto, durante 12 años, y fue encargado de la parroquia de Albeta, durante otros doce. 



         El 16 de septiembre de 1992 tomó posesión de la parroquia de Novillas, en la que ejerció su ministerio hasta el 15 de octubre de 2003. Junto con Borja fue una localidad a la que dispensó un especial cariño y allí quiso residir sus últimos años.

 

         Muy interesado por el Patrimonio Artístico Religioso, colaboró activamente en la realización del inventario publicado por nuestro Centro, en cuya presentación participó. Además, escribió una Guía para la visita al pueblo de Novillas, en la que reunió datos sobre la historia de ese municipio.

 

         En 2003 fue destinado como capellán al balneario de Jaraba, atendiendo también la parroquia de esa localidad, hasta la que se desplazaba en bicicleta, a pesar de su ya elevada edad.

 

         Sus últimos años transcurrieron, como hemos dicho, en la residencia fundada en Novillas con el legado de D. Pablo Herráiz y su esposa, atendido por la comunidad de religiosas de Santa Ana de Chennai. Con anterioridad y durante 56 años, había estado a cargo la residencia de las Misioneras del Pilar.

         El pasado domingo había recibido la visita del Sr. Obispo, con quien aún tuvo fuerzas para referir diversas anécdotas e interesarse por diversas cuestiones de la diócesis.

         Descanse en Paz este sacerdote tan querido, tras 68 años de ministerio pastoral. En el Centro de Estudios Borjanos lo recordaremos especialmente, pues aquí publicó varios artículos sobre iconografía religiosa en nuestra ciudad.


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