miércoles, 28 de septiembre de 2011

Borja y Agón y la introducción de la vacuna de la viruela en Aragón


Primera inoculación realizada por Jenner

            En el último número de nuestro Boletín Informativo se publicó un interesante artículo del joven investigador David Ferrer Gómez, destacando el papel representado por dos cirujanos de Borja y Agón en la introducción de la vacuna en Aragón.



            La historia de esta investigación se remonta a unos años atrás cuando descubrimos un artículo publicado en la Gazeta de Madrid de 27 de abril de 1802, en el que se daba cuenta de la vacunación efectuada por el cirujano de Agón, D. Vicente Ximénez del Río, durante los primeros meses de 1802, en 170 vecinos de esa localidad. La noticia nos sorprendió por la precocidad de la fecha, pues hay que tener en cuenta que la vacunación contra la viruela no comenzó a realizarse en España hasta 1801, precisamente en Madrid, donde unos años antes habían sido vacunados, con carácter experimental tres de los hijos de Carlos IV.



            Corresponde a David Ferrer el mérito de haber localizado otro artículo publicado en la misma Gazeta de Madrid, el 8 de noviembre del mismo año, en la que Joaquín Mendiri, cirujano de Borja, reivindicaba el haber traído desde Madrid, el 19 de septiembre de 1801, una muestra con la que vacunó a tres hijos de los barones de Barcabo y, poco después, a más de doscientas personas en nuestra ciudad, con rotundo éxito. Con razón, podía afirmar que había sido el introductor de la vacuna en Aragón.


Edwad Jenner, descubridor de la vacuna


            Hay que tener presente que la vacuna contra la viruela había sido descubierta por el médico inglés Edward Jenner en mayo de 1796 y, tardó algún tiempo en popularizarse, tras vencer la oposición de algunos ámbitos científicos e incluso religiosos. El descubrimiento de Jenner llegó a ser objeto de comentarios y viñetas satíricas que hacían alusión a las supuestas consecuencias que podía tener el inocular al ser humano un producto que procedía de un animal, ya que la vacuna se elaboraba a partir de las pústulas que aparecían en las ubres de las vacas afectadas por una enfermedad de características similares a la viruela. De hecho la difusión del descubrimiento y su reconocimiento  no llegaron hasta que  Napoleón Bonaparte la declaró obligatoria en sus ejércitos en el año 1805.


Dibujo satírico sobre las consecuencias de la vacunación

 
En España, la primera experiencia en vacunación antivariólica fue realizada por el médico Francisco Piguillem, en Puigcerdá, el 3 de diciembre de 1800, con linfa traída de París. Pero, como se resalta en el artículo que estamos comentando, de David Ferrer, a Aragón llegó por Borja e, inmediatamente después, a través de Agón, merced a la inquietud científica de dos de sus cirujanos, acreedores de todo nuestro reconocimiento.

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