Se trata de un antiguo puente situado en el antiguo camino real a Tudela, más debajo de la Estanca, sobre el barranco del mismo nombre.
De una sola arcada, está construido con grandes sillares de piedra caliza, rematados en torno al vano con ladrillo. A ambos lados del mismo, el pronunciado talud está protegido por muros realizados con canto rodado que, en buena parte, se han derrumbado y los que, todavía, permanecen en pie, se encuentran en grave riesgo de hundimiento.
El estado del puente es preocupante y, de hecho, los vehículos pesados utilizan un vado que ha sido creado junto al mismo. Por este motivo, el nuevo ayuntamiento de Borja que viene demostrando una gran sensibilidad hacia el Patrimonio Cultural de nuestra ciudad, desplazó a varios de sus miembros para estudiar el problema y arbitrar, lo antes posible, los medios necesarios para restaurar el conjunto y evitar la pérdida de este elemento arquitectónico que muchos ciudadanos de Borja desconocen.
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