sábado, 5 de septiembre de 2015

Un bonito ejemplar de “Flor de Adelfa”


            Acabamos de conseguir un bonito ejemplar de Flor de Adelfa que, en este caso, no se trata de una muestra botánica, sino de la obra dramática que, con este título, escribió el gran poeta borjano Emilio Alfaro Malumbres (1863-1887).
            La obra que puede ser considerada una de las manifestaciones más evidentes del “patriotismo” local, fue estrenada en Borja el 13 de septiembre de 1885. Su argumento, ambientado en la época de la guerra entre Castilla y Aragón, en el siglo XIV, tiene como protagonista a Jaime, hijo del alcaide del castillo que no logrará rescatar el pendón de la villa, tomado por el enemigo, a costa de perder su vida. Esa muerte en plena juventud, cumpliendo un deber sagrado, constituía el ideal romántico por excelencia, por lo que no es de extrañar que el poeta llegara a convertirse en un mito, acrecentado por su simpatía y su propia figura, en la que destacaban sus rizos rubios que le acercaban a la imagen de sus propios héroes.

            El 1 de febrero de 1887, Flor de Adelfa fue representada en el Teatro Principal de Zaragoza. El éxito de aquel día no hacía presagiar la tragedia que muy pronto se cebaría en el poeta. Porque, Emilio Alfaro Malumbres se trasladó a Madrid para opositar a una cátedra de Latín y, poco después de su llegada a la capital, contrajo una pulmonía que le provocó la muerte fulminante el 29 de marzo.





            Por este motivo no llegó a ver impresa su obra, aunque fue editada en “La Tipografía de la Derecha” de Zaragoza ese mismo año. Estaba dedicada al M. I. Ayuntamiento de la ciudad de Borja “que representa sus gloriosas tradiciones”. Javier Lerín ha estudiado las pequeñas modificaciones introducidas respecto al texto original, en un artículo que publicaremos en Cuadernos de Estudios Borjanos.



            El ejemplar que hemos conseguido lleva tapas duras troqueladas y los cantos son dorados. En su interior aparece una emotiva dedicatoria cuyo texto es el siguiente: “A D. Mariano Nogués, concejal del M. I. Ayuntamiento de la ciudad de Borja. Acepte V. esta leyenda dramática como recuerdo de su malogrado amigo Emilio. Su desconsolado padre. Felipe Alfaro”.
            No es el único ejemplar dedicado que conocemos y, al parecer, el padre del poeta tuvo el detalle hacer llegar ejemplares, especialmente encuadernados, a algunos miembros de la corporación y a otros amigos de su hijo.

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