El
Cuerpo de la Guardia Civil celebra con especial devoción la fiesta de la Virgen
del Pilar desde que el 8 de febrero de 1913, S. M. el Rey Alfonso XIII la
declarara Patrona del mismo, a petición del Director General de la Benemérita
Institución. Desde 1864 ya era Patrona
del Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro, donde había sido entronizada por
iniciativa de su primer capellán D. Miguel Moreno Moreno.
El
sentido de ese patronazgo se establecía en la Orden General del Cuerpo,
señalando que se trataba de “una fiesta del compañerismo, en la que los
componentes de cada acuartelamiento se reúnen para rezar por sus compañeros
caídos en acto de servicio y por el duque de Ahumada, organizador y primer
inspector general del Arma”.
El
general Aznar, entonces Director General, resaltaba que “la Guardia Civil,
compuesta por los soldados más veteranos del Ejército, satisfizo siempre a las
esperanzas de la Nación y respondió a la confianza de los Gobiernos, porque
sois valientes, firmes en la fatiga, disciplinados, leales hasta llegar al
sacrificio y abnegados en el peligro”.
Ahora,
cuando los componentes del puesto de Borja vuelven a sumarse a una fiesta de
profundo arraigo en nuestra ciudad, donde mañana la Corte de Honor la
conmemorará con solemnidad en la iglesia de San Bartolomé, queremos rendir
nuestro particular tributo de admiración al Cuerpo, reproduciendo algunas
antiguas fotografías que hemos encontrado en los archivos borjanos. Una de
ellas es esta en la que, procedente del de la familia Ojeda, muestra a una
pareja realizando un control rutinario a un cazador.
En
esta otra, de la familia Gracia Rivas, puede verse al teniente D. Miguel Muñoz,
Jefe de la Línea de Borja, a comienzos del siglo XX, vestido en uniforme de
gala, en la ermita de San Jorge, con la ciudad al fondo.
No
menos interés tiene esta otra, de la colección Ojeda, con cuatro Guardias
Civiles, dando escolta a la custodia del Santísimo, en la procesión del Corpus
de Santa María, a su paso por la plaza de San Francisco. A la derecha y detrás
del palio, puede verse el tapiz correspondiente al altar que allí se disponía,
para una de las tres paradas que realizaba esta procesión. Es muy curioso el
rótulo que se advierte parcialmente en la pared de la iglesia, indicando la
prohibición de jugar a la pelota, por orden de la autoridad, un detalle que
será de interés para quien está estudiando los juegos tradicionales en Borja.
Finalizamos
con dos imágenes que ya dimos a conocer en este blog, pero que volvemos a
reproducir, dado que responden a ese espíritu de profundo arraigo que siempre
le caracterizó, tanto en sus actividades cotidianas como en los momentos de
descanso, como puede apreciarse en la última foto, tomada en la plaza de la
fuente del Barrio, junto a la que se encontraba el primer cuartel que tuvieron
en Borja, en la calle de Sayón, junto a la de Tenerías.
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