Continuando con la catalogación de la colección de postales del Centro, hemos encontrado esta interesante imagen de la celebración en la actual plaza de España de Zaragoza (entonces plaza de la Constitución) de una Misa de Campaña en el altar que, bajo dosel, fue instalado junto al pedestal en el que más tarde se colocaría el monumento a los mártires que aún subsiste en aquel lugar. Al altar se accedía por una rampa, flanqueada por dos cañones y unos candeleros con salvavidas circulares.
Inmediatamente
hemos tratado de averiguar a qué acontecimiento corresponde esa celebración
insólita o al menos poco frecuente. Lo que sí podemos asegurar es que tuvo
lugar entre 1903 y 1904. ¿Por qué? Pues porque en 1902 todavía estaba en la
plaza la fuente de Neptuno que fue desmontada para instalar allí el citado
monumento a los Mártires del que primero se puso la basa o pedestal y se ultimó
e inauguró en 1904.
Revisando
antiguas imágenes que aparecen en la red, hemos encontrado ésta de la Misa de
Campaña que se celebró en la plaza el domingo 18 de octubre de 1903, con
ocasión de la visita del joven monarca (tenía 18 años) Alfonso XIII a la
capital aragonesa. Según las crónicas el altar lo instalaron los pontoneros; de
ahí esos salvavidas y la rampa de acceso. Pero, a la izquierda de la fotografía
se ven dos leones junto a una estructura perfectamente identificada.
Se
trataba del arco que la Real Maestranza de Caballería levantó en homenaje al rey y
que fue uno de los tres que se alzaron a lo largo de recorrido. Llamamos la
atención acerca del hecho de que en esta fotografía, realizada el día 16, aún
no se ha instalado el altar.
Pudiera
parecer, por lo tanto, que nuestra fotografía corresponde a esa Misa del 18 de
octubre y, sin embargo, no es así. Comparando las dos imágenes, apreciamos
algunas diferencias. Los tapices marcados en verde no son los mismos en ambas
y, sobre todo, mientras que en nuestra postal no hay nada sobre el pedestal, en
la de otra aparece una gran corona real sobre el mismo.
Lo
de la corona no es una cuestión baladí, dado que fue ofrecida a la ciudad por
la empresa Electra Peral, responsable del suministro eléctrico, en la cual
lucían más “de mil bombillas de colores de diez bujías”. Todo un espectáculo
que compensó en parte el fallo de la empresa el día de la llegada de Alfonso
XIII cuando, por una avería en la central, no pudo encenderse la iluminación
extraordinaria que había sido instalada en la ciudad.
Constatado
que son dos Misas diferentes nos queda por aclarar cuándo se celebró la otra,
también con gran concurrencia de público y presencia de fuerzas militares. Todo
un enigma a resolver.
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