domingo, 15 de octubre de 2023

Recordando a varios autores en una misma obra

 

         Hemos incorporado a nuestros fondos una obra, publicada por la Real Academia de Medicina en 1954, que reúne las conferencias pronunciadas en el Curso Monográfico sobre el suero de la verdad, que organizó la citada academia.


         Uno de esos conferenciantes fue el Prof. D. Mariano Mateo Tinao, Catedrático de Farmacología de la Facultad de Medicina de Zaragoza, al que recordamos con especial cariño, dado que, además de profesor nuestro, fue asiduo veraneante en el Santuario de Misericordia y, después, durante muchos años de la propia Borja.

         En unos momentos en los que el llamado “Suero de la Verdad” había hecho irrupción en el ámbito de la investigación criminal, la Real Academia de Medicina quiso pronunciarse sobre tan candente cuestión, analizando sus diferentes facetas. El Prof. Mateo Tinao trató sobre su farmacología.

         Otra importante aportación fue la del Prof. D. Vicente Pérez Argilés, Catedrático de Medicina Legal que analizó las consecuencias médicas de su empleo y aquellos casos en los que podría ser admisible. Porque, los aspectos morales derivados de su utilización eran dignos de ser tenidos en cuenta y, sobre ellos, se pronunció el canónigo Dr. D. Antonio Gil Ulecia.

 

         Finalmente, de los aspectos jurídico procesales se ocupó el Prof. D. José Guallart y López de Goicoechea, Catedrático de Derecho Penal y Decano de la Facultad de Derecho, de cuya relación con Borja nos ocupamos recientemente, al tratar sobre la familia Guallart y nuestra ciudad.

 

         En aquellos momentos, era Presidente de la Real Academia el Prof. D. Francisco Oliver Rubio, adjunto de las cátedras de Clínica Médica y, posteriormente, de Historia de la Medicina, donde lo conocimos. Nacido en Buñuel, estaba muy relacionado con nuestra comarca, siendo un hombre de gran cultura que desarrolló una importante labor en el ámbito internacional. Como Presidente, fue el encargado de presentar el curso que estamos comentando. Que el epílogo corriera a cargo de D. Gregorio Marañón, acrecienta el valor de esta publicación que, como decimos, incorporamos a nuestra biblioteca.

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