jueves, 4 de enero de 2024

Una actriz borjana completamente desconocida

 

         Hace unos días, el musicólogo Toni Pons se puso en contacto con nuestro Centro y con el párroco D. José María Sánchez Becerril para intentar localizar a una actriz y cantante del siglo XVIII, llamada Tomasa Manje, a la que suponía nacida en nuestra ciudad, hacia 1685, de la que no teníamos la menor noticia.


         Fue el Dr. D. Alberto Aguilera Hernández quien, inmediatamente, encontró el registro de su bautismo, en el tomo IV de los Quinque libri de la parroquia de Santa María. En él quedó constancia de que, el 6 de mayo de 1689, fue bautizada una niña, hija de José Monje y de Mariana Soriano, ambos vecinos de Borja, a la que impusieron los nombres de Francisca Tomasa. Quedaba acreditada así la fecha de su nacimiento y el hecho de que sus padres fueran de Borja, dado que se había especulado con la posibilidad de que fueran actores de paso por la ciudad.

 

         Lo que ignoramos son las razones por las que Tomasa decidió emprender la carrera de actriz, una profesión que no gozaba de demasiado reconocimiento social, aunque algunas de ellas llegaran a alcanzar gran popularidad.

         Era muy joven cuando entró a formar parte de la compañía de José de la Rosa que actuaba en Tudela hacia 1703. En ella figuraba con la categoría de “Quinta Dama” y, si ya se había incorporado a ella nuestra paisana, tenía solamente 14 años.

 

         Todo ello, nos ha hecho acercarnos a la realidad del teatro español, a partir del Siglo de Oro, en el surgieron numerosas agrupaciones de actores que, según sus características, el número de sus integrantes y el tipo de representación, adoptaban nombres como bululú, ñaque, gangarilla, cambaleo, garnacha, bojiganga o farándula. En la cima de este amplio repertorio, se encontraban las compañías propiamente dichas, al frente de las cuales, había un “autor” que era el empresario y director.

         Esas compañías la integraban una serie de actores y actrices, a veces más de 20, con categorías bien definidas: “Damas”, de las que había primera, segunda, tercera, cuarta y quinta; “Galanes”, unos tres; “Graciosos”, dos; “Barbas”, otros dos; un viejo cómico, uno o dos músicos (pues también interpretaban números musicales), y algún personal auxiliar como el apuntador el cobrador de las entradas.

 

         Las compañías actuaban en los Corrales de Comedias que solían depender de instituciones benéficas. En Tudela, el promotor fue su Hospital de Ntra. Sra. de Gracia, primero en su propio patio y, más tarde, en un espacio construido al efecto.

         En Borja, también lo hubo, con el nombre de “Casa de Comedias”. Fue inaugurado en la calle Mayor, en el lugar que luego fue “Ideal Cinema” y, ahora, Hogar del Jubilado. Los beneficios que deparaba eran para el Hospital Sancti Spiritus.

 

         De la misma compañía a la que pertenecía Tomasa era Eusebio Vela (1688-1737), hijo de otro actor Juan Vela (conocido como Manuel Labaña) y de Ángela García. Juan era natural de Paracuellos de la Ribera, aunque se crio en Tudela, donde comenzó a trabajar como actor, al igual que su hijo, con el que Tomasa contrajo matrimonio, siendo ambos muy jóvenes. Con la compañía viajaron por diversas ciudades, como Zaragoza y Nájera, Pamplona y Burgos, entre otras.

         El caso es que, hacia 1712, cuando su esposa tenía 23 años, marchó a México, en compañía de un hermano y el cómico Manuel de Rojas. Allí fundó una compañía con la que ganó muchísimo dinero. Llegó a arrendar la Casa de Comedias de la capital y alcanzó también gran éxito como autor teatral, hasta el punto de ser considerado la figura más destacada del teatro mexicano en la primera mitad del siglo XVIII.

         En 1723 se casó en segundas nupcias con Mariana Tecla de Escoto y Estensoro, que continuó con la empresa teatral después de la muerte de su marido, ocurrida en Veracruz (México) el 19 de abril de 1737.

         Con el título Andanzas y picardías de Eusebio Vela, hay una obra de Armando de María y Campos, que hemos adquirido para conocer más datos de su biografía y que estamos a la espera de recibir.

 

         Mientras el triunfaba en México, su abandonada esposa continuó actuando, siempre como “Quinta Dama” en las compañías de José Garcés y Juan Álvarez. La última obra en la que hemos podido documentar su participación fue en la zarzuela El estrago en la fineza o Júpiter y Semele, del compositor Antonio Literes (1673-1747), que fue puesta en escena en Madrid, hacía 1714.

         Ya retirada, Tomasa Manje falleció en la capital de España el 20 de marzo de 1717, cuando aún no había cumplido los 28 años.

         Gracias a Toni Pons, hemos podido conocer la existencia de esta actriz borjana de fugaz existencia, recabando los datos de su biografía que ofrecemos hoy.



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