Las obras del claustro de Santa María prácticamente finalizadas

            Uno de los fieles seguidores de este blog nos pregunta sobre el estado actual de las obras de rehabilitación del claustro de Santa María.

            Atendiendo a su petición, podemos informar de que las mismas están a punto de finalizar. En las imágenes que ofrecemos, que son recientes, pueden verse los vanos del ala en el que se ha actuado ya abiertos y con las molduras interiores de yeso reconstruidas. Una labor realizada con gran cuidado y maestría por la Brigada Municipal de Obras. También se han limpiado los nervios de la bóveda tras su consolidación, así como las claves y ménsulas. Se está a la espera de reinstalar el fragmento de celosía descubierto, tras su restauración, y los cristales de cerramiento de los vanos, en uno de los cuales se pretende reproducir, en vinilo, la traza completa de la primitiva celosía.

            Desde el interior del claustro el resultado es especialmente llamativo en la parte rehabilitada. Pero, además, se ha procedido a la demolición de un almacén que ocultaba los arcos de otra de las alas que esperamos pueda ser restaurada en una nueva fase. Mientras tanto, el espacio interior ha sido limpiado y tras la instalación de una red que impida el crecimiento de la maleza, va a ser cubierto con grava, a la espera de que el claustro recupere todo su esplendor.

            Hay que destacar la celeridad con la que se han realizado los trabajos, el esfuerzo de la brigada, la labor de los arquitectos responsables, D. María Martínez Fábregas y D. Fermín Soto, así como el seguimiento constante de las obras por parte del Concejal Delegado de Urbanismo D. Leandro José Galindo Escolano. Merced a esta actuación y al cuidado puesto en la ejecución, ha sido posible restaurar tres ventanales y realizar otras obras complementarias de gran importancia cuando, inicialmente, sólo se había previsto abrir dos vanos.

Una delegación de la Asociación Hispánica de Estudios Franciscanos visitó Borja

            En el día de ayer, una delegación de la Asociación Hispánica de Estudios Franciscanos, integrada por el D. Antonio Gil Albarracín, acompañado por su esposa Dª Griselda Bonet Girabet, y fray Agustín Boadas Llavat ofm, Secretario de dicha asociación, se desplazaron a nuestra ciudad con el propósito de estudiar la posibilidad de organizar aquí el V Congreso Internacional de Franciscanismo que tendrá lugar en octubre de 2013.

            Fueron recibidos por el Presidente del Centro y por D. Alberto Aguilera Hernández, Director del Museo de Santa Clara. También tuvieron la oportunidad de saludar a D. Leandro José Galindo Escolano quien les mostró el Museo de la Colegiata y el Museo Arqueológico.

            A lo largo del día tuvieron la oportunidad de conocer, asimismo, los dos conventos existentes en la actualidad en Borja, el de Santa Clara de religiosas franciscanas clarisas de la 2ª Orden, y el de la Concepción de religiosas concepcionistas franciscanas.

            Posteriormente, en la Casa de Aguilar, sede de nuestro Centro, se celebró una reunión en la que se analizaron las posibilidades existentes para que ese congreso alcance el éxito que todos deseamos.

Van a dar comienzo las obras de restauración de la Casa de la Estanca

            El 8 de septiembre pasado dimos cuenta del peligro que se cernía sobre la Casa de la Estanca, dada la inestabilidad de sus cimientos, así como del interés de la nueva corporación municipal por culminar la restauración de este importante monumento que fue declarado Bien de Interés Cultural el 18 de septiembre de 2001.

            Construida en el siglo XVI por Antón de Veoxa, el mismo alarife responsable de las obras de la Casa Consistorial y de una de las reformas de la colegiata, es uno de los ejemplos más destacados del arte mudéjar en nuestra comarca. Hace unos años se llevó a cabo la restauración de las cubiertas y la renovación de los forjados interiores. Sin embargo, persistieron los problemas estructurales que hicieron temer por la propia supervivencia del monumento.

            Afortunadamente, hoy podemos anunciar que van a iniciarse las obras de rehabilitación, merced a una ayuda de Presidencia de la Excma. Diputación Provincial que acaba de llegar, junto con otras destinadas a diferentes fines.

            Será la brigada municipal, bajo la dirección del arquitecto D. Carlos García Toledo, la que acometerá la consolidación de la planta inferior y la restauración de las fachadas. Las obras deberán terminarse en un plazo aproximado de tres meses, por lo que, dentro de muy poco, podremos dar cuenta de la definitiva consolidación de este bello edificio enclavado en una paraje natural de tanto interés como es el de La Estanca de Borja.

            Las fotografías que ilustran este artículo corresponden al estado actual de la Casa, junto con otras hermosas imágenes del edificio tomadas el 25 de diciembre de 2005, en condiciones climatológicas muy adversas.

Visita a la Comunidad Valenciana

            El Presidente del Centro de Estudios Borjanos, acompañado por D. Leandro José Galindo Escolano, se desplazó ayer a la Comunidad Valenciana con objeto de conocer dos de las candidaturas presentadas a los Premios de Europa Nostra.

            En primer lugar, visitaron el Alto Horno nº 2 en el Puerto de Sagunto. Se trata del último testimonio del complejo siderúrgico que allí existió hasta los días aciagos de la reconversión industrial. Ahora el Alto Horno ha sido completamente restaurado y, junto a él, se ha edificado un interesante edificio que sirve como centro de acogida para los visitantes, los cuales pueden recorrer el complejo y familiarizarse con el funcionamiento de una instalación de estas características.

            Fueron atendidos por D. Carmel Gradolí Martínez, arquitecto responsable de la restauración y por miembros de la Fundación Patrimonio Industrial de Sagunto que esta realizando una gran labor que no se circunscribe a esta obra, sino que tiene en marcha otros proyectos que convertirán a Puerto de Sagunto en uno de los centros más importantes dentro de la defensa del Patrimonio Industrial, al que cada día se le concede mayor atención en numerosos ámbitos.

            Hay que destacar que nuestro Presidente, dando una vez más pruebas de su arrojo, no vaciló en trepar hasta una de las plataformas del Alto Horno, desde donde puede admirarse una hermosa panorámica. La fotografía no hace justicia a los riesgos asumidos pues corresponde a una zona más baja.

            Desde Sagunto viajaron a Castellón para conocer las obras de rehabilitación del llamado “Segond Molí”, uno de los molinos harineros existentes a lo largo del antiguo camino que conduce a la ermita de la Magdalena.

            El molino fue adquirido por el Excmo. Ayuntamiento y, con el asesoramiento de expertos como D. Sergi Selma y otros entusiastas, está llevando a cabo su restauración, una iniciativa digna de todo elogio. Allí fueron atendidos por D. Vicent Sales i Mateu, Teniente de Alcalde y Concejal Delegado de Cultura y las personas que han impulsado la rehabilitación, junto con Dª Maribel García Corbín, Asesora de Cultura, y Dª Cristina Querol Albert, responsable de Asuntos Europeos de la corporación municipal.

Sobre el castillo y la fiesta de los Santos Inocentes

            Como muchos de nuestros lectores españoles se percataron, ayer era la Fiesta de los Santos Inocentes, un día en el que era habitual insertar en los medios de comunicación alguna noticia falsa. Así lo hicimos con nuestro comentario relativo al supuesto derribo del castillo de Borja. Puede estar tranquila Rocío y otras personas que se pusieron en contacto con nosotros, pues no existe la menor intención de acabar con este antiguo símbolo de la ciudad que, por otra parte, es la pieza más importante de su escudo de armas. Pero esta puntualización va dirigida, fundamentalmente, a muchos de los que nos siguen desde otros países, donde este tipo de pequeñas bromas no siempre coinciden con este día.

            Sí era cierta la información de que se intentó derribar  el castillo en el siglo XIX. Afortunadamente, los problemas económicos lo impidieron. A pesar de todo, conviene llamar la atención sobre el estado actual del mismo y de su entorno que no es el más adecuado. Asimismo, ya hemos destacado en otras ocasiones el interés arquitectónico de las murallas califales del Cinto que, lamentablemente, corren están en peligro de perderse por su estado de ruina y abandono.

            Conocemos el interés de la actual corporación por llevar a cabo su rehabilitación y esperamos que, en un futuro no muy lejano, pueda convertirse en realidad

Por fin se derribará el castillo

            El derribo de los restos del castillo que corona la población ha sido una antigua aspiración de los ciudadanos de Borja que la han intentado materializar en varias ocasiones.

            Desde que perdiera sus funciones militares, la inmensa mole de piedra no ha hecho sino provocar problemas. Los desprendimientos de rocas han sido frecuentes y ya, en el siglo XIX, fue preciso levantar unos pilares de ladrillo para reforzar su estructura y construir una zanja en torno a su perímetro para detener las rocas caídas. No hace muchos años volvió a caer un enorme bloque que ocasionó daños en algunas viviendas y la instalación de una red ha evitado otros daños.

            Es lógico, por lo tanto, que se intentara solucionar el problema eliminando esa horrible protuberancia que afea el perfil de una ciudad que, en los últimos años, ha intentado mejorar su trama urbana derribando varios palacios que impedían aparcar coches.

           

            Cuando en 1865 el M.I. Ayuntamiento se propuso acabar con el castillo, tan loable objetivo encontró la oposición del arquitecto municipal que hizo ver a los munícipes “el inmenso gasto que produciría el rebaje total de la roca”. Afortunadamente, ahora la situación es diferente y las autoridades no se van a detener ante consideraciones semejantes, a pesar de las dificultades económicas por las que atravesamos.

            Para ello, van a recuperar la antigua figura del trabajo “a vecinal”. Algo que nunca se debió eliminar, pues constituye la más sublime expresión de la colaboración de los vecinos en una empresa de interés general. El problema más importante que se han encontrado es que al vecinal sólo eran convocados los hombres y, en esta época, esta actitud resultaba evidentemente discriminatoria. Por eso, al derribo del castillo van a ser llamados todos los ciudadanos mayores de 18 años que deberán acudir el día que les corresponda, de sol a sol, como en los viejos tiempos. Para que nadie pueda alegar motivos de enfermedad o incapacidad para el manejo del pico, el derribo se efectuará removiendo las piedras con medios mecánicos y transportándolas a mano a través de una cadena humana hasta el camión dispuesto al efecto. Al mismo tiempo, se irá barriendo la superficie superior con escobas hasta que, poco a poco, desaparezca todo.

            La noticia ha llenado de satisfacción a todos los que la han conocido, ya que estos trabajos van a constituir un grato entretenimiento para los vecinos en los próximos años, fomentando al mismo tiempo la convivencia entre todos. Sabemos, además, que se han recibido ya algunos donativos de coñac “Tres cepas” y “Soberano” para su distribución entre los participantes. Por otra parte, la Diputación se ha mostrado dispuesta a contribuir con recias escobas a los trabajos, al no poder hacerlo con aportaciones económicas.

            Aprovechamos la ocasión para ilustrarla con fotografías actuales y antiguas, algunas de las cuales ofrecen un aspecto muy diferente, debido a los derrumbes que se produjeron en los últimos años.

La cofradía de San Juan Evangelista celebró su fiesta

            Ayer día 27, fue la fiesta de San Juan Evangelista y en Borja la cofradía que lleva su nombre la celebró con una Misa en la colegiata de Santa María y procesión con la imagen del Santo, acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores de la cofradía, por las calles de la ciudad.

            La cofradía es de reciente constitución. Tiene su origen, precisamente, en la Congregación Mariana que, después de la pasada guerra, y a imagen de lo que se hizo en la capital aragonesa, se hizo cargo del paso de San Juan que participaba en el Entierro de Cristo, la tarde del Viernes Santo, formando parte del “duelo del Señor”. Fueron los primeros en vestir un hábito de color, túnica blanca y capirote azul con el anagrama de la Congregación al pecho, pues hasta entonces todas las cofradías utilizaban túnica negra con tercerol del mismo color. También introdujeron una banda de cornetas, por lo que fue preciso modificar la ubicación del paso en la citada procesión, desfilando desde entonces al comienzo de la misma.

            Cuando desapareció la Congregación Mariana, la banda continuó reuniéndose cada Semana Santa, hasta que, como hemos señalado, se constituyó en cofradía bajo la advocación de San Juan Evangelista.

            En los últimos años han mejorado sus túnicas e, incluso, se ha construido un nuevo paso que ya no es el que aparece en la imagen.

Castillos de Aragón. 133 rutas

            Este es el título del nuevo libro del escritor borjano Luis Zueco Giménez. La obra que acaba de publicar Mira Editores, reúne en sus cerca de 400 páginas una serie de recorridos por los principales castillos aragoneses.

            El lector encontrará en él una completa información sobre la ubicación de los más importantes testimonios de nuestra arquitectura militar y, al mismo tiempo, los datos necesarios para que la visita resulte lo más atractiva posible. Desde alojamientos a restaurantes o los lugares donde paladear los mejores caldos de la tierra.

            Pero la obra no se circunscribe exclusivamente a la descripción de cada uno de esos monumentos, sino que los enmarca dentro de su correspondiente contexto histórico, de manera que se convierte en una síntesis de la historia de Aragón, desde su remoto pasado islámico a la época en la que los castillos se fueron transformando en residencias señoriales, tras los duros momentos posteriores a la Reconquista, pasando por la época de los enfrentamientos con Castilla.

            Hay que tener presente que Aragón es una de las regiones europeas con mayor densidad de fortificaciones. De ahí la importancia que su conocimiento entraña para todos nosotros y este libro nos puede servir de gran ayuda para acercarnos,  a través de los recorridos propuestos a esos monumentos que desde lo alto de nuestros montes, sumergidos en las hondonadas de los valles o sobresaliendo entre el caserío de algunas de nuestras localidades, siguen siendo testigos de una historia secular.

            Luis Zueco es Licenciado en Historia e Ingeniero Técnico Industrial. En estos momentos está realizando su Tesis Doctoral y muchos de nuestros lectores conocen su novela Rojo amanecer en Lepanto con la que debutó como escritor. Durante varias temporadas ha protagonizado en Aragón Radio un espacio dedicado, precisamente, a los castillos que conoce muy bien, pues es uno de los impulsores de la Asociación de Amigos de los Castillos de Aragón, cuya página web, www.castillosdearagon.es  recomendamos a todos.

El “lumbrerón” de Pozuelo de Aragón, Bien Inventariado del Patrimonio Cultural Aragonés

            El 24 de mayo incluimos en este mismo blog un artículo en el que llamábamos la atención sobre el lamentable estado en el que se encontraba el llamado “lumbrerón” de Pozuelo de Aragón, una cabaña agrícola de planta circular y falsa cúpula, de características similares a otras existentes en nuestra zona, aunque de mucho mayor tamaño.

            De esa forma, atendíamos a la invitación de D. Félix A. Rivas que fue quien dio la voz de alarma, al percatarse del derrumbamiento de una parte del “lumbrerón”. Otras personas y entidades se sumaron a este pequeño movimiento para lograr la salvación de este importante elemento de nuestra arquitectura popular.

            A diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, ahora la preocupación manifestada ha surtido efecto y el 22 de agosto de 2011, la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón inició los trámites para su inclusión en Inventario del Patrimonio Cultural Aragonés.

            Ahora, podemos anunciar que por una Orden de 23 de noviembre de 2011 firmada por la Consejera de Educación, Universidad, Cultural y Deporte, Dª Dolores Serrat Moré, publicada en el BOA nº 245 de 15 de diciembre, el “Lumbrerón” es declarado Bien Inventariado de nuestro Patrimonio.

            Esta decisión hay que valorar muy positivamente, aunque ello no significa necesariamente que el citado bien se vaya a salvar. Habrá que adoptar las medidas necesarias para su restauración o, al menos, para evitar su completo derrumbamiento. Es preciso señalar que las dificultades pueden acrecentarse al tratarse de una propiedad privada, aunque en casos como éste debería primar el interés general.

Feliz Navidad

            En este día queremos hacer llegar nuestra felicitación navideña a todos nuestros lectores y lo hacemos con la imagen de la tabla del Nacimiento del antiguo retablo mayor de la iglesia de Santa María de Borja que, en la actualidad, se exhibe en el Museo de la Colegiata de nuestra ciudad.

            Esta obra excepcional del arte gótico aragonés fue realizada por los hermanos Nicolás y Martín Zahortiga, respondiendo a un encargo efectuado en 1460 por el capitulo de la colegial y el concejo de la ciudad. El precio estipulado fue de 11.000 sueldos, lo que constituye una prueba de la importancia del trabajo.

            El retablo fue remplazado en el siglo XVII por el actual que es obra de los hermanos Gregorio y Antonio de Mesa. Afortunadamente, se conservaron 15 de las tablas que lo componían y una del banco. Todas ellas fueron restauradas, recientemente, y lucen con todo su esplendor en las salas IV y V del museo.

            En ellas se reflejan distintas escenas de la vida de la Virgen, constituyendo un espectacular conjunto que, al mismo tiempo, constituye un fiel reflejo de la sociedad de la época.

            En la tabla del Nacimiento que reproducimos aparece el Niño, tendido en el suelo, entre la Virgen y San José, representados de rodillas, con ángeles entre ellos. A la derecha de la escena aparecen dos pastores con sus cayados, llevando uno de ellos un cordero en su regazo. Al otro lado, la mula y el buey junto a un pesebre. Todo el conjunto se enmarca en una estructura arquitectónica con cubierta de teja árabe.

            Especialmente significativo es la imagen de los tres ángeles de la parte superior, cuyas vestiduras emergen de unos haces de luz a la manera de muñecos de guiñol, que parecen constituir una figuración de la Santísima Trinidad.

A la espera del Nacimiento del Niño Jesús

            Nos disponemos a celebrar una fiesta entrañable, la Natividad del Señor. Esta noche es Nochebuena, una celebración familiar, por excelencia.

            Como expresión de esa espera anhelante de la Iglesia, traemos aquí la imagen del belén que, cada año, se instala en la iglesia del convento de Santa Clara de Borja. Junto el interés de sus figuras, una de sus características es que la imagen del Niño Jesús no se coloca hasta la medianoche de hoy. El belén se mantendrá, como en todos los casos, hasta el 6 de enero, festividad de la Epifanía. Otro aspecto curioso de este nacimiento es que ese día el Niño aparecerá sentado, recibiendo a los Magos.

Nuevo número de La Huecha, la revista de la Asociación Cultural Belsinon

            La Asociación Cultural Belsinon de Mallén acaba de editar el número 17 de su revista La Huecha, correspondiente al mes de diciembre de 2011.

            En sus 32 páginas inserta varios artículos sobre personajes relacionados con esa localidad. Desde el recortador David Lago al artista David Israel.

            Especial interés tiene el trabajo de Tomas Espeleta sobre los fallecidos en Mallén durante la Guerra de la Independencia. A partir de los registros parroquiales, se reseñan todos los enterrados, en aquellos años, como consecuencia de muerte violenta. En unos casos, fueron personas fusiladas por los franceses y, en otros, bajas producidas durante el asedio al castillo en los últimos meses de la contienda.

            Esther Marco dedica un recuerdo a los antiguos pastores y Nuria Espeleta al tomate, un producto estrella de la huerta mallenera. En el apartado dedicado a documentos malleneros, Miguel Ángel Ramillete analiza un recibo correspondiente al pago de un treudo, por parte de Juana Garcés, vecina de Mallén, al arrendador de las rentas del conde de Aranda, en 1771.

            En la revista se incluye también un pequeño relato del escritor Jesús Caudevilla Pastor, con el título “No todos somos iguales”. Otros trabajos de actualidad y fotografías  antiguas completan el contenido de la revista.

El estado del cauce del río Huecha constituye una amenaza para el puente Clox

            El puente Clox, situado sobre el cauce del Huecha, en el antiguo camino de Talamantes, toma su nombre de una pequeña población que existió en el pasado, al otro lado del río.

            Construido en piedras con dos arcadas, separadas por un tajamar, ha sido objeto de varias reparaciones a lo largo de la existencia ya que las avenidas periódicas del Huecha, las “huechadas” que se producen inesperadamente, llegaron a derribar alguno de sus arcos.

            De hecho, se conservan imágenes de una de ellas reparada de forma provisional y también se refleja esta circunstancia en algunas de las obras pictóricas de D. Baltasar González, lo que demuestra la cercanía en el tiempo del problema.

            El mecanismo de destrucción siempre fue el mismo. Las ramas arrastradas por las aguas obturaban uno de los ojos y la presión derribaba el puente. De ahí la importancia de mantener limpio el cauce.

            Sin embargo, el estado actual no puede ser más desalentador. La vegetación lo invade todo e, incluso, sobre el tajamar crecen diversos arbustos y hiedra que están afectando a su estructura. Por otra parte, cabe señalar la horrible valla que se dispuso sobre el puente que ha visto recargar su plancha más allá de lo conveniente, siendo cruzada incluso por una conducción de agua.

            En esta otra imagen puede apreciarse la situación del cauce aguas arriba. Bastaría una avenida no demasiado importante para que, probablemente, el puente se viera seriamente afectado. Creemos que alguien debería adoptar las medidas oportunas antes de que sea demasiado tarde.

Un personaje olvidado: D. Juan Salvador Herrando Sancho

            Antes de la última restauración de la Casa Consistorial de Borja, existía en la llamada Sala de San Roque, una lápida dedicada a D. Juan Salvador Herrando. La citada sala que era un elemento fundamental en la estructura del edificio, por ser el espacio de respeto por el que se accedía al Salón de Reyes, fue destruida para ubicar allí a las oficinas municipales.

Antigua Sala de San Roque

            Ya en su momento, nos pareció inadecuada esa solución pues, además del citado cometido, la sala era el espacio reservado para las reuniones de lo que hoy sería la Junta de Gobierno. En el centro de la misma se encontraba la mesa que, en la actualidad, se sitúa de forma inadecuada en el patio del edificio. Además existía un hermoso mueble que ocupaba todo la pared del fondo cuyo destino no se conoce, a pesar de ser una pieza del siglo XVII.

Detalle del mueble desaparecido

            Afortunadamente, la lápida se conservó y, ahora, se encuentra en los almacenes del Museo de la Colegiata, donde ha terminado tras un recorrido por diversas dependencias municipales.

            Creemos necesario volver a colocarla en la Casa Consistorial, en el lugar que se estime conveniente que podría ser el patio de entrada. Entre otras razones porque constituye la expresión del agradecimiento de la ciudad a un personaje importante que, de manera decisiva, contribuyó a su engrandecimiento.

            Juan Salvador Herrando había nacido en Gallur, en 1823, aunque siempre se consideró borjano, pues la familia se estableció aquí cuando tenía escasos meses, al hacerse cargo su padre de una de las farmacias de la ciudad.

            En el inicio de su carrera logró obtener una posición muy desahogada como empresario vinculado a la construcción de los ferrocarriles portugueses. Cuando volvió a España se afilió al Partido Liberal y toda su trayectoria posterior se enmarcó dentro del ámbito de posiciones políticas que hoy consideraríamos de izquierdas. Tras el triunfo de la revolución de 1868, fue diputado a Cortes en cinco legislaturas. Contando siempre con el apoyo de su amigo D. Juan Francisco Camacho, ministro de Hacienda en varios gobiernos presididos por Sagasta, llegó a ser nombrado Director General de Aduanas.

            Herrando fue un hombre muy querido en Borja pues apoyó siempre todas las iniciativas municipales. A él se debe la instalación del telégrafo, la construcción de las nuevas carreteras que entonces se hicieron y su intervención también fue decisiva para la creación del ferrocarril de Cortes a Borja. Por este motivo, cuando se inauguró aquel legendario tren, en 1889, se le dedicó la lápida a la que estamos haciendo referencia.

            Por otra parte, mantuvo siempre una relación personal con la ciudad, donde construyó una finca de recreo a la que dio el nombre de “La Casimira” pero que siempre fue conocida como la “Torre Herrando”. Situada en el camino del Campo, destacaba el edificio en forma de castillo, rodeado de coníferas que aún subsiste, aunque se ha recrecido el edificio y se ha quitado el revoco propio de la época. Allí pasaba la temporada estival y recibía visitas de amigos y correligionarios, entre ellos el ministro Camacho que estuvo unos días en 1886.

            Creemos, por lo tanto, que es de justicia reponer la lápida y el momento actual es el más adecuado.

Una casa de campo en Bulbuente

            El pasado día 4 de diciembre, Heraldo de Aragón incluía en su suplemento dominical un reportaje dedicado a las “torres” de Zaragoza, señalando que, a lo largo del tiempo, el valle del Ebro estuvo salpicado de casas relacionadas con las labores agrícolas, herederas, en cierto modo, de las antiguas villas romanas. Eran edificaciones de características muy diversas pero, en su conjunto, eran muestras de la Arquitectura Popular de gran interés que, lamentablemente, están desapareciendo en nuestros días.

            Lo mismo sucede en nuestra zona donde, dentro de poco, apenas quedaran ejemplos de construcciones utilitarias como casetas de campo, abejares o parideras. Junto a ellas y más próximas a las poblaciones existían también “torres” que, en algunas ocasiones, eran utilizadas como residencia habitual de los encargados de cultivar las tierras de su entorno. En otros casos, reunían más bien las características de lugares de esparcimiento a los que se acudía en determinadas ocasiones.

            En estos momentos estamos inventariar todo este conjunto y, por ello, hemos podido constatar la amenaza que se cierne sobre la mayor parte de las construcciones que lo integran.

            Pedro Domínguez Barrios, con la tenacidad que le caracteriza, nos remite constantemente imágenes de ellas. Algunas ya las hemos dado a conocer. Hoy ilustramos este comentario con otras de una “torre” situada en las proximidades de Bulbuente.

            Emplazada en el interior de una finca cercada, tiene planta cuadrangular, con tejado de cuatro vertientes, rematado por un pináculo. Construida con adobes, llama la atención el revocado de su fachada, entre franjas molduradas, y pintado en ocre y azul lo que le confiere un peculiar aspecto.

Sobre el lamentable estado de muchas obras hidráulicas

            Como ya hemos comentado anteriormente en otro artículo de este blog, el Centro de Estudios Borjanos está preparando, en estos momentos, un trabajo sobre las obras hidráulicas existentes en la zona que será publicado en la nueva serie dedicada a la Arquitectura Popular.

            Con este motivo, hemos podido comprobar el lamentable estado en que se encuentran muchas de ellas. Incluimos aquí una fotografía del azud conocido con el nombre de “Los Escalerones”, del que parte el río Sorbán. Se trata de una presa realizada en piedra de cantería, dispuesta en forma escalonada, de donde procede su denominación. Por el interior de la misma cruzan las aguas de la acequia de Marbadón que parten de la bóveda y balseta situada junto al río, al pie de Maleján, a las que se suman otras que nacen debajo de los Escalerones, circulando unidas hasta el “azute” que está en el molino del Soto.

            En 1855, se enlosó todo la superficie superior de los Escalerones y se rehízo el emparrillado que recibe el salto en las avenidas. En el Archivo Histórico Municipal se conserva una hermosa traza de esta obra.

            Por otra parte, Pedro Domínguez Barrios nos ha hecho llegar otras fotografías del azud que Magallón tiene en el término de Alberite de San Juan, una obra de cantería situada en el Huecha, de la que parte la acequia del Plano o “mayor” de Magallón. Sobre las características de la misma son interesantes las noticias publicadas por Guillermo Carranza Alcalde en el libro que editó el Centro, en 2009, con el título de La Huecha y la Elma. Una historia de riegos y conflictos en el valle del río Huecha.

            En todas estas fotografías se advierte con claridad la maleza que rodea a estas obras, al igual que a otras muchas de la cuenca de nuestro modesto río. Sería deseable que la Confederación Hidrográfica del Ebro, como organismo responsable, acometiera las medidas necesarias para la mejor conservación de todas estas obras que, en su momento, ya fueron inventariadas por encargo suyo en un trabajo de indudable interés que, sin embargo, no ha tenido la repercusión que hubiera merecido.

La Estación de Autobuses de Borja

            Con frecuencia, dentro del ámbito de la protección al Patrimonio, suele centrarse la atención en los edificios históricos, sin considerar que la Arquitectura sigue su curso y que, en todas las épocas, tienen manifestaciones dignas de ser tomadas en consideración. Cuando nos encontramos en los umbrales del siglo XXI, se hace necesario analizar detenidamente y con criterios no excesivamente selectivos, las obras del siglo XX. De hecho, la situación está cambiando y en la actualidad, se presta ya gran atención a la Arquitectura industrial.

            En nuestro ámbito, sin embargo, no se ha llevado a cabo una buena catalogación de edificios de esa época que merecen ser protegidos. El Centro de Estudios Borjanos quiere, con la ayuda de especialistas en esta materia, cubrir esta laguna.

            Recientemente, uno de estos expertos nos llamó la atención sobre la Estación de Autobuses de Borja. Construida a mediados del siglo XX por la Empresa Hernández, ahora THERPASA, para sus propias líneas, es una obra de interés, tanto por su diseño, como por las características técnicas de algunos de sus elementos como la cubierta central y las de la nave que se emplea como garaje.

            Al publicar, ahora, algunas fotografías de la misma, queremos contribuir a resaltar su importancia como expresión de lo realizado, dentro de un determinado momento histórico, en ese ámbito de la Arquitectura industrial.