miércoles, 1 de noviembre de 2023

Lo que Fernando el Católico firmó en Borja

 

         Cuando, como consecuencia de su ignorancia, hubo quienes negaban la estancia en Borja de los Reyes Católicos en agosto de 1492, publicamos un artículo en este blog, documentando la realidad de esa visita regia, en el trabajo del que fue Presidente de la Real Academia de la Historia el Prof. D. Antonio Rumeu de Armas.


         Pero, hubo una joven historiadora, Dª. Isabel Almau Taboada, quien sorprendida por esas opiniones, dio un paso más para probar la presencia en Borja de Fernando el Católico. Y lo hizo a través de documentos incontestables, registrados en la Cancillería Real.

         Ahora, nos ha remitido la transcripción de 31 registros datados en Borja entre los días 9 y 16 de agosto de 1492, que daremos a conocer en un próximo número de Cuadernos de Estudios Borjanos, dado que muchos de ellos permanecen inéditos.

         Podemos adelantar que, en ellos, aparece la firma del Secretario Miguel Pérez de Almazán, dado que, como se comenta en el texto de la propia recreación histórica de Borja, Juan de Coloma se encontraba al otro lado de los Pirineos, tratando de resolver una delicada cuestión, por encargo del monarca.

 

         Recordamos que Pérez de Almazán (nacido en Calatayud) era de ascendencia judía y había sido introducido en el servicio a los reyes por el propio Juan de Coloma, del que era hombre de confianza, al que sucedió en el cargo. En otros documentos aparecen las firmas de Luis González; de Felipe Climent, como protonotario o de Alfonso de la Cavallería (también de familia judía), como vicecanciller.

 

         Los temas que abordan esos documentos son muy variados. Hay que tener en cuenta que la corte de los Reyes Católicos tenía un carácter itinerante y, en las ciudades en las que se detenían, resolvían las cuestiones de Estado y los problemas cotidianos, con la ayuda de los funcionarios de su cancillería. Entre los documentos expedidos desde Borja hay varios relativos a la expulsión de los judíos, que estaba en proceso de ejecución desde que, el 31 de marzo de 1492, fuera decretada por un edicto firmado en Granada.



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