Desde que la cofradía de San Bartolomé de Borja inició una nueva andadura, su Presidente D. Enrique Lacleta ha puesto especial empeño en recuperar el conjunto de elementos que constituyen su patrimonio. En este blog hemos venido dando cuenta de esa labor que ha incluido desde la restauración la imagen procesional de su titular; su peana y su dosel, hasta otros sencillos accesorios, como el cuchillo que luce el Santo o la banda que cruza su pecho.
Una de las señas
identificativas está constituida por los roscones con los que se adorna la
peana, entre los que destaca el de mayor tamaño que, por otra parte, es el protagonista
del “Baile del Roscón”, en la mañana del día 24.
Para la
elaboración del mismo se disponía de un molde, en poder de la cofradía, que el
paso del tiempo había ido deteriorando. Ahora, decidieron reemplazarlo por otro
de acero inoxidable, que encargaron a D. Manuel Giménez Aperte, el cual ha
tenido el detalle de donarlo.
Otro de esos
elementos identificativo es el pendón que, junto con el estandarte y la bandera,
desfila en la procesión. El paño del mismo también había sido restaurado pero
el mástil se encontraba en muy mal estado.
Tanto su
remate, como el propio mástil se veían afectados por la acción de xilófagos y,
al mismo tiempo, experimentaba una pronunciada curvatura, por lo que se decidió
reemplazarlo.
Así se ha
hecho, respetando sus características, con el resultado que muestran estas
imágenes. El coste de estos trabajos ha sido asumido por la familia Bernal Aguilera, lo que viene a demostrar el deseo de colaboración que es propio de
todos los miembros de esta activa cofradía.
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