No
habíamos publicado imágenes de la Feria Medieval celebrada el pasado sábado en
Pozuelo de Aragón, pues la lluvia que cayó intermitentemente a lo largo de la
jornada, perjudicó al cuidadoso conjunto de actos programados. Fue una lástima ya
que, al día siguiente, lució de manera espléndida.
Así,
por ejemplo, a las seis de la tarde un numeroso grupo de personas se había
congregado para presenciar la colocación de herraduras a un hermoso caballo
que, en el transcurso del proceso, se comportó con notable tranquilidad.
Sin
embargo, la inesperada llegada de un chubasco obligó a los asistentes a buscar
cobijo en las carpas instaladas para la feria y, en una de ellas, el maestro
herrador continuó su trabajo, protegido por un paraguas multicolor.
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