Numerosas
personas se congregaron ayer, a las siete de la tarde, en la antigua iglesia
parroquial de San Bartolomé para asistir al acto de presentación de la imagen
procesional del santo titular, tras la restauración llevada a cabo.
La
imagen lucía de forma esplendorosa su nuevo aspecto, reforzada por los focos
dispuestos al efecto, teniendo a su lado una fotografía de su estado antes de
la restauración, lo que acentuaba la importancia del trabajo realizado.
En
la mesa presidencial se encontraban el Presidente de la Cofradía de San
Bartolomé, D. Enrique Lacleta Paños; la restauradora Dª Encarna Ripollés, de la
empresa Albarium de Zaragoza; el Concejal Delegado de Cultura, D. Juan María de
Ojeda; y el Vicario Parroquial D. Lorenzo Sánchez.
Con
acertadas palabras, D. Enrique Lacleta señaló la circunstancia de que esta
imagen es el elemento más antiguo que se conserva de una parroquia que ha
sufrido numerosas transformaciones a lo largo de la Historia, desde el
primitivo templo gótico al actual, pasando por la iglesia barroca que muchos
llegamos a conocer. Afortunadamente, la imagen se ha conservado como seña de
identidad, merced a la entrega y dedicación de muchas personas vinculadas a la
cofradía, dedicando un cariñoso recuerdo a dos de ellas que se encontraban
presentes en el acto, su padre D. Serafín Lacleta y D. Félix Serrano. Destacó
el esfuerzo llevado por todos los cofrades y por muchas otras personas para que
la restauración pudiera llegar a realizarse, así como el apoyo dispensado por
el M. I. Ayuntamiento y por la propia parroquia. Al mismo tiempo, anunció la
celebración de otra serie de actos previstos para las próximas semanas, de los
que iremos informando.
D.
Juan María de Ojeda agradeció a todos los cofrades, personificados en su
Presidente, el trabajo incansable que vienen realizando para la recuperación de
sus señas de identidad, así como de las tradiciones de nuestra ciudad, dando
muestras de que se trata de una corporación viva, en constante crecimiento.
Invitó también a todos los presentes a seguir aportando su contribución para
terminar de hacer frente a los gastos ocasionados, así como a todas las
personas que quieren sumarse a una iniciativa que, como resaltó, se ha visto culminada
merced al excelente trabajo realizado por Albarium, no exento de dificultades.
Y
efectivamente, a esas dificultades se refirió Dª Encarna Ripollés, ayudada por
imágenes muy ilustrativas del reto al que se enfrentaron ya que, tras las catas
y radiografías realizadas, se pudieron constatar las sucesivas transformaciones
a las que el busto fue sometido. De
hecho, del original entregado por Baltasar de Arrás en el siglo XVI queda una
parte relativamente pequeña, ya que la imagen fue objeto de aditamentos de
madera, yeso e, incluso, rellenos de arpillera. Por ello, era preciso
plantearse hasta qué punto llevar a cabo la restauración y, de común acuerdo
con la cofradía, se optó por recuperar el aspecto que presentaba en el siglo
XVII, debido a la calidad de su policromía y su semejanza con el aspecto más
reciente. Una decisión que consideramos acertada a la vista del resultado
obtenido.
Cerró
el acto D. Lorenzo Sánchez, una persona que se ha mostrado extraordinariamente
sagaz a la hora de valorar las características de la imagen. En su intervención
quiso trascender de la circunstancia concreta de una recuperación artística
para invitar a los presentes a la urgente tarea de acometer la restauración
espiritual de nuestra parroquia, comenzando por la realidad personal de cada
uno de sus feligreses.
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