Como
hemos recordado anteriormente, D. Alfonso Marco, autor de la obra que nuestro
Centro publicó sobre el legendario ferrocarril de Cortes a Borja, está
preparando una reedición ampliada de la misma y, con este motivo, el próximo
fin de semana se desplazará a nuestra ciudad con el propósito de recabar nuevos
datos y fotografías, así como para entrevistarse con aquellas personas que
conserven recuerdos del mismo o guarden relación familiar con quienes
trabajaron en la línea. El Centro de Estudios Borjanos está colaborando
activamente en este proyecto y, en este sentido, debemos destacar el esfuerzo
realizado por Pedro Domínguez Barrios quien, en las últimas semanas ha
recorrido el antiguo trazado, obteniendo fotografías de las infraestructuras
que han llegado hasta nuestros días. En un reciente artículo publicamos
imágenes de las estaciones que aún se mantienen en pie.
Pero,
junto con las estaciones, las obras de fábrica más importantes del trazado
fueron los dos puentes que fue necesario construir para cruzar el río Huecha. El
primero de ellos, señalado en el mapa que reproducimos, estaba situado en el
punto kilométrico 14,374, entre Fréscano y Mallén. El segundo se encontraba en
el kilómetro 17,324, ya cerca de la estación terminal de Cortes.
De
ninguno de ellos teníamos imagen, por lo que Pedro Domínguez inició su
búsqueda. Esta tarea, aparentemente sencilla, ha resultado especialmente
complicada, aunque finalmente ha podido encontrar los restos del primero,
completamente cubiertos por la maleza.
Del
puente por el que el ferrocarril cruzaba desde la margen derecha del río a la
izquierda, se conserva únicamente el estribo norte, habiendo desaparecido por
completo el otro apoyo. Se ubica en la partida de El Almudillo, término
municipal de Mallén, y consta de un muro frontal, cimentado en el río,
perpendicular a las vías, y dos laterales paralelos a ellas, para contener el
terraplén. La arista de intersección entre ambos muros, es de perfecta sillería
caliza, así como la coronación de los muros laterales con ligero vuelo sobre
éstos.
Como decíamos, a la
dificultad para localizarlo, hay que añadir el hecho de que este tramo del río
no se ha limpiado nunca y, además, recibe agua del canal de Lodosa, por lo que
fue preciso esperar a que cerraran las compuertas del mismo para poder realizar
las fotografías, con tan mala fortuna de que las recientes lluvias habían
provocado la recuperación del caudal del río en ese punto.
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