De
emotiva y ejemplar podríamos calificar la intervención de César Bona en la Casa
de Aguilar, ayer viernes 8 de agosto. El pretexto para su presencia entre
nosotros era la presentación de su libro El
cuarto hocico, pero el público asistente, pudo comprobar su calidad humana
y la importancia de ese proyecto desarrollada durante su estancia en Muel, que
me ha merecido los máximos reconocimientos nacionales e internacionales.
A
través de un documental y de una presentación ilustrada con numerosas imágenes
fue mostrando el desarrollo de un proceso en el que unos niños, estimulados por
un maestro en el sentido tradicional de la palabra, son capaces de llevar a cabo
un proyecto bien estructurado que, teniendo a los animales como objetivo
inicial, va a adentrándose en amplias áreas de conocimiento. Sin embargo, lo
más importante de la experiencia radica en la implicación de los alumnos en el
mismo y, sobre todo, en su capacidad de transmitir su ilusión a otros
compañeros y a las personas adultas.
El
hecho de que, como destacó César, El
cuarto hocico haya sido adoptado como modelo en otros muchos lugares, donde
han surgido réplicas del mismo, interconexionadas entre sí hasta lograr una
tupida red que, poco a poco, va extendiéndose, viene a poner de manifiesto lo
que es capaz de hacer un reducido grupo, con ilusión y bien dirigido.
Así
lo destacó D. Juan María de Ojeda Castellot, Alcalde en funciones de Borja, en
su intervención final, dedicando palabras muy cariñosas al protagonista de la
noche que fueron acogidas con calurosos aplausos por todos los presentes, muchos
de los cuales sintieron una viva emoción en el transcurso del acto.
Tras
la firma de ejemplares de su obra, todos los presentes pudieron visitar la
exposición de la cofradía de San Bartolomé, siendo obsequiados con el
tradicional roscón y con moscatel de Ainzón, localidad a la que está
especialmente unido César Bona.
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