Hace unos meses, nuestro amigo Carlos Urzainqui vio cumplida
su ilusión de publicar una obra dedicada al dance de Añón, en la que reunió
todos los aspectos relacionados con esta tradición que tanto le había
impresionado cuando la vivió. Pero el dance había dejado de representarse.
Sin embargo, Josefina Cascán Pérez nos ha dado la gratísima noticia de que ha vuelto a interpretarse este año. Ello ha sido fruto de la labor realizada por la asociación La Fragua de Añón, desde donde se ha trabajo incansablemente para lograr el objetivo de la recuperación.
Para confeccionar el traje de los paloteadores
se contaba con el dibujo de Valeriano Bécquer y con alguna foto antigua. Como
puede verse en esta última imagen se ha hecho con gran fidelidad al modelo original.
Pero, lo más importante es que se ha conseguido
formar dos grupos de danzantes de entre 9 a 14 años, a los que vemos aquí junto
al antiguo frontón. Su edad y el entusiasmo que han mostrado constituye la
mejor garantía para la continuidad del dance.
Su presentación tuvo lugar durante las
pasadas fiestas en honor a la Virgen del Rosario, junto a cuya imagen se
fotografiaron y bailaron algunas piezas en su procesión.
Como nos informaba Josefina (Azucena),
desde la asociación quieren dar las gracias a todos los que están haciendo
posible que este proyecto se haga realidad, a la Comarca de Tarazona y el
Moncayo que ha subvencionado la indumentaria;
al Ayuntamiento de Añón; a los
padres que transmiten la ilusión a sus hijos;
a Ruth Serrano que ha colaborado en la confección de los trajes; a los
profesores José Miguel y Víctor Peralta por su tiempo y paciencia; a
Miguel Rodrigo García que de forma
altruista puso la nota musical al acto; y a todos los que con su presencia vinieron a acompañar a los verdaderos protagonistas
del acto, esos jóvenes paloteadores, que
merecen que se reconozca el trabajo y esfuerzo realizado estos meses ya
que su actuación fue espectacular y muy emocionante.
También ha querido recordar a Nicolás
Peralta que, durante más de cinco décadas, ha transmitido a varias generaciones
de paloteadores su ilusión, manteniendo viva una tradición que es un orgullo
para Añón. Y, a Carlos Urzainqui que no quiso perderse el evento y a quien
pertenecen algunas de las imágenes reproducidas.
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