El 7 de mayo de 1672 tomó posesión de su plaza como Canónigo de la colegiata de Santa María de Borja D. Francisco Antonio Sallent Trasobares. Era hijo del Dr. Sallent, médico, y de Dª Catalina Trasobares, hija de otro médico borjano D. Felipe de Trasobares.
Aunque siempre se
consideró borjano, porque aquí llegó a los pocos días de nacer, el Dr. D.
Alberto Aguilera Hernández, pudo encontrar, en los cinco libros de la parroquia
de Ainzón, el registro de su bautismo que tuvo lugar en la iglesia de Ntra.
Sra. de Piedad de esa localidad el 13 de agosto de 1653. Le administró el
Sacramento mosén Miguel Sangüesa, imponiéndole los nombres de Francisco,
Antonio, Tiburcio, con lo que definitivamente quedan aclarados dos
interrogantes, el de la fecha de su nacimiento y el del lugar del mismo.
La razón de su nacimiento
en Ainzón fue porque allí ejercía, en esos momentos, su padre. Por el contrario,
en Borja nacieron sus hermanas Isabel, Mariana, Antonia y María Teresa, que
profesaron en el convento de Santa Clara, destacando como poetisa sor Mariana y
a las que nos hemos referido en varias ocasiones.
Francisco se graduó como
Doctor en Leyes en la universidad de Zaragoza el 26 de diciembre de 1674,
cuando ya había sido ordenado sacerdote. Al incorporarse al cabildo de la
colegiata se hizo cargo de la Capellanía Real del Castillo. Se trataba de una
plaza que tenía su origen en la antigua capilla del castillo de Borja, de donde
pasó a la colegiata, aunque manteniendo su carácter de provisión real.
Durante
su permanencia en Borja desempeñó los cargos de Comisario de la Santa Cruzada y
Examinador Sinodal del obispado de Tarazona. En 1703 fue nombrado Vicario
General y Judicial del arzobispado de Valencia, cuya sede era desempeñada en
aquellos momentos por D. Antonio Folch de Cardona, consagrado tres años antes.
Desde el
16 de diciembre de 1705 rigió, de hecho, esa diócesis ya que el arzobispo huyó
ante la amenaza de las tropas austracistas (curiosamente, cinco años después se
decantó por la facción del archiduque y terminó sus días exiliado en Viena).
Fue
entonces cuando D. Francisco Sallent recibió el nombramiento de Obispo
Auxiliar, lo que fue acogido en Borja con enorme alegría, siendo organizadas
grandes fiestas, incluso con corridas de toros. Sin embargo, poco después llegó
la noticia del inesperado fallecimiento del obispo electo, acaecido el 11 de
febrero de 1706, antes de que fuera consagrado.
Fue un gran benefactor del convento de Santa Clara, en cuyo museo se muestra el libro de sus fundaciones, así como el hermoso tríptico que donó al mismo, regalo del Papa San Pío V. También instituyó la fiesta de Santa Teresa de Jesús, cuya imagen se muestra, asimismo, en la sala IV del citado museo.
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