Es la primera visión a la que nos enfrentamos cada día, razón por la cual podemos seguir lo que ocurre en la colegiata de Santa María con las cigüeñas y con las palomas. Estas última han desaparecido, sorprendentemente, de su tejado donde las había en gran número.
Respecto a las cigüeñas, ya comentamos
que este año llegamos a ver tres parejas que intentaban establecer sus nidos en
distintos lugares de la colegiata, pero, al final, sigue habiendo uno, el de
siempre en la torre del reloj.
Pero lo extraño es que, en torno a ese nido, hay tres cigüeñas adultas y no es algo casual, sino que desde hace tiempo las vemos todos los días. Generalmente una está en el interior del nido, mientras que las otras dos reposan pacíficamente en la cornisa de la torre. Quizá haya alguien que pueda explicarnos lo que consideramos un comportamiento anómalo.
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