El Orient Express es un nombre asociado a un tren legendario, símbolo del refinamiento de épocas pasadas que, sin embargo, sigue circulando por las líneas europeas, ofreciendo unas instalaciones al alcance de quienes quieran disfrutar del lujo y del confort.
Ayer, Heraldo
de Aragón dedicaba un amplio reportaje a Irene Marco, una aragonesa, que
tiene a su cargo una de las cabinas del mítico ferrocarril. No es una joven cualquiera,
pues, tras estudiar Filología Inglesa, habla inglés, alemán y algo de francés e
italiano. Pero, lo más importante, es que reúne las condiciones precisas para
desempeñar el exigente cometido que comparte con otros compañeros.
Sin embargo, el
motivo de traerla a nuestro blog es porque se trata de la hija de nuestro amigo
y compañero Alfonso Marco y, por lo tanto, pertenece a una dinastía de
ferroviarios. Con su padre nos acompañó durante una inolvidable visita al Museo
del Ferrocarril de Vilanova i la Geltrú, de la que todos los que participaron en
ella guardan un excelente recuerdo. Pueden leer el artículo completo de Heraldo
en este enlace.
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