Las Arcadas ha sido durante mucho tiempo uno de los monumentos más emblemáticos de nuestra ciudad. Se trataba de un acueducto de dos arcos que cruzaba el camino que, por el puente Clox, llevaba hacia Talamantes.
Situadas junto al río Sorbán, en un pintoresco paisaje, solía ser un lugar al que llegaban los borjanos para disfrutar del pequeño soto allí existentes. Incluso llegó a ser el escenario de una de las escenas de las dos primeras versiones de la película Nobleza Baturra que se rodó en Borja, lo que contribuyó a su popularidad.
En los primeros años del siglo XX, según una tradición local, el arco que se elevaba sobre el camino fue derribado por un carro. Entonces se decidió construir un sifón, manteniendo “huérfana” a la arcada sobreviviente y la obra continuó cumpliendo su objetivo inicial con el mismo nombre con el que, hasta ese momento, había sido conocida.
Hace unos años, con motivo de la reparación del camino se produjeron daños importantes en la estructura del sifón sobre el que se apoyaba el arco, amenazando con desplomarse. El sifón se encontraba girado y muy alterada su función portante, hasta el punto de que ya no era posible la circulación del agua desde hace tres años.
Por este motivo, la nueva corporación municipal, especialmente sensible en temas de Patrimonio Cultural y en la conservación de los elementos más emblemáticos de Borja, decidió actuar inmediatamente.
Sorprendentemente, para lo que suele ser habitual en estos casos, la Brigada Municipal de Obras y Servicios, dependiente del Concejal Delegado D. Leandro José Galindo Escolano, ha llevado a cabo la restauración del conjunto y, ahora, podemos dar ya la noticia de que las Arcadas se han salvado.
Esta actuación es especialmente meritoria, ya que la obra es propiedad del histórico Sindicato de Riegos, ahora denominado Comunidad de Regantes. Terminada la obra, sólo queda efectuar las pruebas de circulación de agua que se realizarán en los próximos días.
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