martes, 20 de marzo de 2012

Nuevos datos sobre la construcción del convento de dominicos de Borja

            El historiador borjano D. Alberto Aguilera Hernández está desarrollando últimamente una gran labor de investigación en el Archivo de Protocolos Notariales de Borja, gracias al apoyo dispensado por la notaria Dª Ana Cristina Payrós Falcó.
            Fruto de este trabajo ha sido la documentación de todas las obras artísticas de las iglesias parroquiales de Bulbuente y Maleján, cuyos inventarios están siendo ultimados para su publicación.





            Pero, también, son muchas las aportaciones realizadas en relación con el Patrimonio Cultural de Borja. Concretamente, hace muy poco insertamos en este blog un artículo sobre el convento de dominicos de nuestra ciudad. En esos momentos desconocíamos el nombre del maestro que terminó su construcción, la  cual presentó más problemas de los esperados en el momento del inicio de las obras.
             En la obra Borja. Arquitectura y evolución urbana de Carlos Bressel, Concha Lomba y Ricardo Marco se cita una capitulación suscrita, en 1640, con Clemente Ruiz y Diego Hurtado, ambos albañiles de Zaragoza, para su realización por lo que algunos consideraron que fueron estos maestros los responsables de la construcción.




            Sin embargo, Alberto Aguilera ha encontrado que, en 1650, se encomendó a José Capaces la continuación de los trabajos y, en concreto, la fábrica de su iglesia y una parte del claustro, que había quedado interrumpida debido a problemas económicos. Capaces era un albañil zaragozano del que se sabe que trabajó en los conventos de San Lázaro y de Capuchinas de la capital aragonesa, pero en Borja no cumplió lo pactado.




            Por este motivo, en 1654, volvieron a capitularse las obras con Pablo de Goya un maestro que ese mismo año había estado en contacto con los dominicos de Zaragoza. En el caso de Borja, el pacto alcanzado era similar al suscrito con Capaces y comprendía, entre otras cosas, el cubrimiento de la iglesia, la construcción de la cúpula con su linterna y las bóvedas de las capillas, así como la edificación de una de las pandas del claustro. No sabemos si llegó a efectuarlas, pero la iglesia tardó varios años en ser terminada. Por otra parte, han aparecido otras capitulaciones relacionadas con el suministro de madera y aljez para las obras.




Todo ello será objeto de un estudio detallado, dado el interés de los datos encontrados. Sin embargo, es preciso destacar el hecho de que sea precisamente ahora cuando, el trabajo de Alberto Aguilera y la colaboración encontrada en la Notaría hayan hecho posible que, finalmente, podamos empezar a documentar aspectos tan relevantes de nuestro Patrimonio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario